Es muy importante establecer una diferencia entre
sobrepeso y obesidad. Cuando una persona tiene sobrepeso significa que está
excedida en su peso corporal en un rango que va de los 5 a los 20 kilos de más. Por
encima de los 20 kilos se considera obesidad, una enfermedad que requiere de un
tratamiento y control médico específico. Sin embargo, todas las propuestas
saludables respecto a alimentación y actividad física pueden significar cambios
notables en el cuerpo, tanto de quien padece sobrepeso como obesidad,
complementando así los consejos de los médicos.
Lo cierto es que cuando el cuerpo consume más alimentos
(calorías) de los que realmente necesita, transforma el exceso en células de
grasa que acumula en diferentes zonas (abdomen, cola, piernas, brazos, pecho,
etc.). Sin embargo, la grasa en el cuerpo cumple múltiples funciones, es un
aislante térmico para conservar el calor, amortigua impactos, es parte
constituyente de todas las células del organismo y protege a los órganos
blandos. No es perjudicial en sí misma, sólo si se acumula en un porcentaje
mayor al que el organismo necesita para conservar un óptimo estado de salud.
Así, un simple exceso de tejido graso (adiposidad) se puede convertir en obesidad,
la enfermedad que supera los límites de la estética. Este trastorno es
diagnosticable cuando la grasa corporal total es mayor al 15% en los hombres y
al 30 % en las mujeres.
Kilos de más que deforman la figura
Está claro que la obesidad es una enfermedad asociada con la alimentación, que además de generar trastornos a nivel orgánico, influye negativamente en la silueta y la salud mental de quien la padece. El exceso de peso se traduce literalmente en una deformación de la figura corporal, con consecuencias que intervienen directamente en las relaciones que establece la persona obesa con su entorno laboral, social e incluso familiar. Aunque la obesidad es ampliamente tratable, evitar una situación extrema puede ser la mejor prevención para ciertos problemas psicológicos que se derivan de la visión que tiene la persona obesa de sí misma.
En la actualidad, los médicos y nutricionistas utilizan el "Índice de Masa Corporal" o IMC (también conocido como Índice de Quetelet) para determinar si el peso corporal de una persona es el adecuado o no. Para ello aplican una fórmula muy sencilla que consiste en dividir el peso actual (expresado en kilogramos) por la altura elevada al cuadrado (expresada en metros). Esto es, peso / estatura2. Se compara el resultado de la operación matemática con una tabla, que indica un peso normal o ideal para valores comprendidos entre 20 y 25. Por debajo de 20 existe riesgo de desnutrición o mala alimentación, mientras que por encima de 25 se registra un exceso de peso que puede ir desde sobrepeso hasta obesidad mórbida (valores superiores a 35). Por ejemplo, si pesas 82 kilos y mides 1,85 metros, la fórmula aplicable es: 82 / 1,852 = 82 / 3,4225 = 23,95; este valor indica que tu peso es normal.
Los resultados obtenidos de la fórmula del IMC deben compararse con la siguiente tabla de valores:
Mujeres Hombres Se considera:
menos de 16 menos de 17 Desnutrición
de 17 a 20 de 18 a 20 Bajo Peso
de 20 a 24 de 20 a 25 Peso Normal
de 25 a 29 de 26 a 30 Sobrepeso
de 30 a 34 de 31 a 35 Obesidad
de 35 a 39 de 36 a 40 Obesidad severa
más de 39 más de 40 Obesidad mórbida
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