Al eliminar el vicio de fumar se recupera la salud, la
vitalidad y se accede automáticamente a una mejor calidad de vida. Para empezar
se pueden probar algunas soluciones naturales muy sencillas que ayudan en el
necesario proceso de desintoxicación, eliminando poco a poco las ‘marcas’ que
el cigarrillo ha dejado en el organismo.
Desintoxicación semi-ayuno
Para eliminar el tabaco es aconsejable realizar unos días de semi-ayuno, es decir, consumir sólo frutas y verduras. Pueden ingerirse ensaladas, zumos, jugos y demás preparados sobre la base de frutas y verduras únicamente, para que de esa forma el organismo comience a limpiarse. Entre los alimentos más recomendados está el tomate, la manzana, la zanahoria y la naranja, entre otros.
Si durante esos días aumenta el deseo de fumar, para no cortar el tratamiento de desintoxicación se deben beber 20 gotas de extracto de avena disueltas en agua (puede conseguirse en herboristerías y tiendas dietéticas).
Desintoxicación con un preparado naturalEl “aguardiente de cortezas” sirve para depurar toda la zona bronquial afectada por el cigarrillo. Ingredientes: 1 puñadito de corteza de naranjo, corteza de pino, corteza de ciruelo, corteza de cerezo, corteza de encina, corteza de roble, corteza de limonero, ortiga, romero, más un litro y medio de orujo (aguardiente). Preparación: Triturar los trozos de todas las cortezas. Cocinar todos los ingredientes anteriores en el orujo durante 10 minutos a fuego lento; dejar reposar 24 horas. Luego de la maceración, colar la preparación y colocar el líquido en una botella. Enfríar el preparado en la heladera. Para beberlo, colocar siempre en medio vaso de leche tibia 2 cucharadas del aguardiente, en el desayuno y antes de dormir.
Desintoxicación semi-ayuno
Para eliminar el tabaco es aconsejable realizar unos días de semi-ayuno, es decir, consumir sólo frutas y verduras. Pueden ingerirse ensaladas, zumos, jugos y demás preparados sobre la base de frutas y verduras únicamente, para que de esa forma el organismo comience a limpiarse. Entre los alimentos más recomendados está el tomate, la manzana, la zanahoria y la naranja, entre otros.
Si durante esos días aumenta el deseo de fumar, para no cortar el tratamiento de desintoxicación se deben beber 20 gotas de extracto de avena disueltas en agua (puede conseguirse en herboristerías y tiendas dietéticas).
Desintoxicación con un preparado naturalEl “aguardiente de cortezas” sirve para depurar toda la zona bronquial afectada por el cigarrillo. Ingredientes: 1 puñadito de corteza de naranjo, corteza de pino, corteza de ciruelo, corteza de cerezo, corteza de encina, corteza de roble, corteza de limonero, ortiga, romero, más un litro y medio de orujo (aguardiente). Preparación: Triturar los trozos de todas las cortezas. Cocinar todos los ingredientes anteriores en el orujo durante 10 minutos a fuego lento; dejar reposar 24 horas. Luego de la maceración, colar la preparación y colocar el líquido en una botella. Enfríar el preparado en la heladera. Para beberlo, colocar siempre en medio vaso de leche tibia 2 cucharadas del aguardiente, en el desayuno y antes de dormir.
*Importante: Para iniciar cualquier desintoxicación debes
consultar al médico, quien determinará si tu organismo está apto para recibir
estos tratamientos naturales.
Ejercicios para fumadores y ex-fumadores
La estratégica combinación de ciertos movimientos corporales
con una correcta respiración profunda favorecen la eliminación de las toxinas
que se acumulan en los pulmones, sobre todo de quienes fuman habitualmente o lo
han hecho en algún momento. Los siguientes ejercicios son muy sencillos y
pueden llevarse a cabo en cualquier momento del día, inclusive hasta cuatro
veces. Con el tiempo los pulmones recuperarán su fuerza y su capacidad aeróbica
aumentará.
1. De pie, con las piernas abiertas, colocar los
brazos en cruz; inspirar profundamente por la nariz mientras se llevan los
brazos horizontalmente hacia atrás. Al expirar llevar los brazos hacia adelante
hasta juntar las palmas de las manos. Soltar el aire por la boca, siempre
lentamente.
2. De nuevo de pie, al inspirar profundamente por la
nariz, elevar los brazos por encima de la cabeza. Doblar la cintura hasta tocar
el suelo con las palmas de las manos, mientras se expulsa muy lentamente el
aire por la boca.
3. En la misma posición que el ejercicio anterior,
elevar otra vez los brazos por encima de la cabeza al inspirar. Doblar la
cintura y pasar los brazos entre las piernas, espirando el aire por la boca.
4. De
pie, inspirando profundamente por la nariz y expulsando el aire por la boca,
hacer movimientos con los pies como si se corriera. Mientras tanto, con los
brazos doblados por el codo, mover las muñecas de forma circular.
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