Cuando hablamos de "dieta", hablamos de uno de
los procesos fundamentales para la vida: la alimentación de nuestro cuerpo. Por
esta razón, el seguimiento de una dieta, tanto para la alimentación cotidiana
como para fines específicos, debe ser cuidadoso y consciente, hasta incorporar
ciertas prácticas a la hora de comer como hábitos de vida.
Toda dieta
personalizada debe estar diseñada por profesionales nutricionistas que conocen
los fundamentos bioquímicos del metabolismo de los alimentos y tienen capacidad
de valoración de las condiciones e historia clínica de una persona. Por eso
quienes padecen de obesidad pueden seguir consejos generales pero sin descuidar
el hecho de llevar una dieta prescripta por un nutricionista o médico. Así, la
dieta más eficaz para una persona obesa, es la que se planea según las
características particulares de cada individuo, tanto físicas, psicológicas y
sociales.
Por otro lado en cuestiones de “kilitos de más”, las
opciones presentadas como “dietas” siempre deben tener un criterio saludable
que permita adoptar nuevas pautas alimenticias para perder kilos y conseguir un
peso ideal. Hay que ser muy cuidadoso con las dietas genéricas (y no
personalizadas) ya que si sólo se basan en restricciones de alimentos pueden
poner en riesgo la salud del organismo favoreciendo la aparición de
enfermedades como la anorexia y la bulimia.
Por eso es preciso comprender que en nutrición no hay una
fórmula universal, pero sí normas generales para optimizar los resultados en la
aplicación de una dieta: "la dieta debe ser integral y contemplar todos
los nutrientes esenciales para la vida". Los ejemplos más claros de dietas
saludables son: la Dieta Esencial,
la Dieta Express,
la Dieta Nutritiva,
la Dieta Variada
y la Dieta Mediterránea.
Todas estas dietas cumplen con los requisitos indispensables respecto a
variedad y cantidad de nutrientes junto con un concepto más amplio respecto a
alimentación que el simple hecho de reducir calorías y suprimir alimentos.
Variedad: El secreto para conseguir el peso ideal
Todas las sustancias presentes en los alimentos son
importantes en los procesos vitales, solo deben ser administrados en las
cantidades y formas que favorezcan la salud. Por ejemplo, las grasas que son
nocivas en exceso en su forma saturada (grasa vacuna), pueden y deben ser parte
de la dieta en su forma no saturada (pescados y aceites vegetales).
Suprimiéndola totalmente también privamos al organismo de vitaminas lípido
solubles que se encuentran asociadas a grasas, como el caso de la A, D, E y K.
Las dietas que se basan en un solo alimento carecen de la
mayoría de los nutrientes esenciales, y sólo pueden aplicarse por cortos
períodos de tiempo y en casos muy específicos (siempre prescriptas por un
nutricionista). Pues no existe alimento alguno que posea en sí todos los
requerimientos nutricionales de un individuo. Por ejemplo, suprimiendo los
hidratos de carbono (principio sobre el que se basan algunas dietas) o haciendo
hincapié en el consumo de carnes (dietas proteicas), se produce un peligroso
desequilibrio nutritivo que suele recargar el trabajo del hígado y los riñones,
ocasionando con el tiempo daños irreversibles.
En todos los casos, la alimentación debe ser aceptada,
agradable y satisfactoria para el que la consume, pero por sobre todas las
cosas: variada. No debemos olvidar que
seguir una dieta como “pauta de alimentación” supone un cambio de hábito
alimentario, que puede llegar a modificar nuestro propio estilo de vida.
Por ello, en lo posible, las dietas deben incluir alimentos de uso habitual en
el lugar de residencia de cada uno, aunque no los consumamos de manera
habitual. Se debe considerar que un tratamiento dietario siempre es a
"largo plazo" y sus resultados se obtienen en períodos de tiempo considerables.
El sobrepeso no es un problema de solución inmediata o mágica, se debe revisar
constantemente si la conducta respecto a la comida es la más adecuada y
saludable sin olvidar la modificación de los hábitos nutricionales que
ocasionaron el aumento de peso. Un aumento de peso se registra en períodos de
tiempo extensos, todo indica que bajar de peso no será de un día para otro. La
buena noticia es que las nuevas estrategias planteadas para “eliminar kilos”
son fáciles y sencillas además de saludables y agradables.
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