En
principio, es necesario hacer estiramiento muscular antes de los ejercicios con
pesas. Esto sirve principalmente para preparar las articulaciones de cara al
movimiento, ampliar la gama de movimientos de los músculos y evitar dolores.
Por su parte, hacer estiramiento después del levantamiento es útil para
disminuir la tensión de los músculos, para conseguir relajación muscular,
evitar tirones o contracturas y conservar la flexibilidad del cuerpo. Intenta
siempre hacer al menos 5 ejercicios de estiramiento antes y después de levantar
pesas.
Otro
aspecto importante consiste en “calentar los músculos”. El calentamiento prepara
las articulaciones y músculos para la actividad. Los levantadores a menudo
comienzan el calentamiento con una serie corta de ejercicios; eso lleva la
sangre a los músculos específicos que han de trabajar. Otros hacen el
calentamiento más global con levantamientos, carreras, bicicleta estática, etc.
Si hace frío o el cuerpo está dolorido por entrenamientos anteriores, asegúrate
de realizar un calentamiento completo. La cabeza y los pies regulan la
temperatura del cuerpo; cúbrelos cuando hace frío para mantener el cuerpo
caliente.
La
respiración es fundamental para aprovechar al máximo los beneficios que se
derivan de los ejercicios con pesas. Para hacerlo correctamente debes inspirar
al principio del levantamiento, aguantar la respiración momentáneamente durante
la parte más difícil y después expirar cuando acabe el levantamiento. Cuando
hagas press de banca, por ejemplo, inspira mientras bajas el peso hasta el
pecho, aguanta la respiración un instante mientras empiezas a subir el peso y
luego espira durante la parte final del movimiento.
Consejos para un entrenamiento
seguro
• Intenta
no entrenar sola. Incluso en casa, procura conseguir a alguien que te ayude si
lo necesitas. Las lesiones más graves en ejercicios con pesas ocurren cuando se
entrena sin alguien que controle.
• Utiliza
siempre topes en las barras y mancuernas. Si es así, las pesas pueden
deslizarse a un extremo, lo que produce que el otro extremo salte al suelo,
desequilibrando y probablemente dañando la espalda, algunas articulaciones o
los músculos. Sólo se pierden unos segundos colocando los topes.
• En
todos los ejercicios debes utilizar las posiciones adecuadas. Estudia las
posiciones indicadas por el profesor (en el caso de un gimnasio) o en los
libros (en el caso de entrenar en tu casa).
• No realices
sacudidas ni contorsiones al levantar el peso. Estos movimientos incrementan la
tensión y pueden ocasionar lesiones musculares, articulares u óseas.
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