viernes, 13 de septiembre de 2013

Adelgazar comienza por aceptarse



Cuando se desea bajar de peso hay que tener en cuenta muchos aspectos además de la alimentación. Lo primero que debes hacer es apuntar todo lo que deseas conseguir al adelgazar: ¿quiere ser más activo, tener más amigos o una relación de pareja más próspera? Adelgazar podrá ayudarte en mayor o menor grado, pero lo que realmente te ayudará a alcanzar tu objetivo es tu propia iniciativa. Escribe en una hoja las razones por las que cree que un cuerpo delgado te ayudará a lograr tus objetivos y apunta todo lo que puede llevar a cabo para alcanzar dichos objetivos.

Es un error muy común pensar que el concepto que uno tiene de sí mismo aumentará al disminuir los kilos. De seguro deseas que se te valore, atraer el interés de los demás y que te acepten tal como eres. A muchas personas con problemas de peso les resulta difícil porque hace muchos años que no han tenido la oportunidad de crear un concepto de sí mismos plenamente normal. Recuerda que bajar de peso no te resolverá todos los problemas, sólo te ayudará a superarlos en una pequeña parte.

Dietas vs. autoestima


No es sorprendente ver que las dietas restrictivas no ayudan a elevar el autoestima, sino más bien todo lo contrario. Cuando la dieta no ha tenido éxito o bien se ha interrumpido, porque un exceso de rigor ha hecho que el estómago se rebele y sienta la necesidad de comer cosas dulces, está claro que se ha fracasado. Así es como las dietas destruyen la autoestima. Sin embargo, las personas con sobrepeso deben aprender a aceptar sus propias debilidades y bajar de peso adaptándose a ellas, no excluyéndolas.

Es necesario que dejes de pensar en tus cualidades o defectos externos y concéntrate en otro tipo de rasgos: tu puntualidad, tu humor, tu sensibilidad, tu buena predisposición a ayudar a los demás y muchas otras cosas más. Trata de encontrar al menos 10 rasgos positivos. Si descubres algo que consideras negativo, intenta verlo desde otro punto de vista. Interiormente, colócate sobre una cima, en lo más alto. Y ahora plantéate, si fueras más delgado o te ajustaras más al ideal de belleza actual, ¿actuarías de otra forma contigo misma? Ahora te darás cuenta que estar delgados no empieza sólo por cambiar los hábitos alimenticios, sino por cambiar la actitud que cada uno tiene de sí mismo.

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