Es
necesario completar nuestra evolución consciente, no sólo para beneficio propio
sino también para los demás. Esta mutación interior a la que aspiramos generará
un cambio de los modelos de conducta mental, y viceversa;, si vamos cambiando
las actitudes y enfoques de la mente, iremos logrando la ansiada alquimia
interior.
En un
estado de escaso estímulo o actividad, nuestra mente habita en la ofuscación y
es neuróticamente reactiva. A menudo, al reaccionar desorbitadamente,
retroalimenta su propia neurosis y su fragmentación. Se encuentra en un muy
bajo nivel de atención y ecuanimidad, y hay una constante y esclavizadora
identificación con los procesos del pensamiento, viviendo de espaldas a su
verdadera identidad. Esta mente repetitiva, habituada y condicionada, no nos
proporciona placer ni bienestar. Necesitamos transformar la mente, pero para
ello requerimos motivación y un propósito inquebrantable.
Mejorar para crecer
Es
necesario someterse a un entrenamiento interior para mejorar la actividad
mental y de esa forma alentar al crecimiento personal. Existen muchos métodos y
ejercicios aunque los resultados no son rápidos o instantáneos; nada puede
obtenerse fácilmente; se requiere esfuerzo y aplicación. En principio, hay que
desconfiar de todos aquellos métodos y escuelas que proponen procedimientos de
resultados rápidos que no exigen esfuerzo y aplicación asidua.
La
meditación tiene especial importancia en el entrenamiento mental, ya que su
alcance es extraordinario. Sus técnicas son instrumentos muy valiosos,
comprobados y solventes para transformar la mente y liberarla de impedimentos,
trabas y negatividades en general. Los psicólogos han reconocido la eficacia
excepcional de la meditación, y promueven y alientan su práctica.
Las
técnicas de meditación son el vehículo más válido hacia la paz interna y hacen
posible la evolución interior. No pueden esperarse resultados rápidos. El
esfuerzo y la asiduidad en la práctica son inevitables. Ninguna máquina puede
hacer el trabajo por nosotros. Son un pasaporte hacia el equilibrio de la
psique y la salud mental. Uno es su propio arquitecto psicológico, su propio
maestro y discípulo. Finalmente es uno quien toma la propia responsabilidad de
su cambio interior.
Técnica de Meditación
Postura: columna recta y vertical; piernas cruzadas o talones en contacto;
manos juntas o, al menos, pulgar e índice tocándose.
Foco de
Atención: La respiración.
Técnica
específica: Mantra "HAM SAH"
Objetivo: Calmar la actividad mental, controlar los pensamientos y conseguir
poner la mente en blanco.
Desarrollo: Al inspirar, se contraen los esfínteres (anal y vaginal) mientras se
pronuncia MENTALMENTE la sílaba HAM, la H como jota suave) y al exhalar se
pronuncia VERBALMENTE la sílaba SAH, nuevamente la H como jota suave.
Tiempos: 15 minutos, preferentemente antes de comenzar el día y luego en
cualquier momento del día, y también durante las tareas cotidianas, respirar
conscientemente repitiendo este mantra.
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