En general, un gimnasio o centro de fitness debe ofrecer una amplia variedad de actividades, de tal manera que el socio en cualquier momento pueda combinar cualquiera de ellas, completando así un entrenamiento cruzado que le permita la suficiente diversidad no sólo a nivel motivacional, sino también en la estimulación de las diferentes cualidades físicas e incluso de destrezas. En ciertas ocasiones, desde distintos puntos de vista, se pretende ofertar esta variedad pero con una base de mediocridad en cada una, bien a nivel de instalaciones necesarias o del profesorado, camuflándolo bajo atractivas propuestas de bañeras de relajación, baños turcos, saunas, etc., siendo quizás estos últimos aspectos los de menor relevancia a la hora de valorar la calidad de un centro de fitness o gimnasio.
Hay que
tener en cuenta que la calidad debe mantenerse en todo momento por muy amplia
que sea la oferta, aunque, lógicamente, cada supuesto socio deberá establecer
un orden de prioridades en cuanto a las actividades que desea llevar a cabo y
comprobar que por lo menos éstas reúnen los requisitos básicos.
Calidad y seguridad
Un aspecto inaceptable, aunque muy común, es comprobar cómo desde ciertas prácticas, dirigidas dentro del mismo gimnasio, se presta un especial cuidado en cuanto a consideraciones de ejercicio físico y salud, en contraposición con el descuido y cúmulo de despropósitos que se cometen en otras. Independientemente de la finalidad principal que cada oferta desee cumplir, es sumamente importante preservar un nivel mínimo de calidad y seguridad para el cliente, debiéndose respetar tales pautas en cualquier práctica efectuada dentro del centro. Por lo tanto, es necesaria una formación básica en este aspecto por parte del todo el profesorado, unida a los conocimientos técnicos propios de su especialidad, para mantener una línea de trabajo común en toda la instalación. Por ejemplo, algunos gimnasios priorizan ciertos servicios sobre otros, cuando toda la oferta requiere de la misma atención y cuidado por parte de quienes estén a cargo de las mismas.
Además de comprobar los servicios que el centro ofrece, otros puntos importantes a tener en cuenta son:
• Horario de prácticas y número de días a la semana.
• Cuotas de matriculación, mensualidades y ofertas (promociones).
• Distancia desde el punto de ida y medios de transporte posibles (incluyendo facilidad de aparcamiento).
• Características de los vestuarios (amplitud, comodidad, limpieza, número de duchas, etc.) y limpieza y mantenimiento genérico de la instalación.
Calidad y seguridad
Un aspecto inaceptable, aunque muy común, es comprobar cómo desde ciertas prácticas, dirigidas dentro del mismo gimnasio, se presta un especial cuidado en cuanto a consideraciones de ejercicio físico y salud, en contraposición con el descuido y cúmulo de despropósitos que se cometen en otras. Independientemente de la finalidad principal que cada oferta desee cumplir, es sumamente importante preservar un nivel mínimo de calidad y seguridad para el cliente, debiéndose respetar tales pautas en cualquier práctica efectuada dentro del centro. Por lo tanto, es necesaria una formación básica en este aspecto por parte del todo el profesorado, unida a los conocimientos técnicos propios de su especialidad, para mantener una línea de trabajo común en toda la instalación. Por ejemplo, algunos gimnasios priorizan ciertos servicios sobre otros, cuando toda la oferta requiere de la misma atención y cuidado por parte de quienes estén a cargo de las mismas.
Además de comprobar los servicios que el centro ofrece, otros puntos importantes a tener en cuenta son:
• Horario de prácticas y número de días a la semana.
• Cuotas de matriculación, mensualidades y ofertas (promociones).
• Distancia desde el punto de ida y medios de transporte posibles (incluyendo facilidad de aparcamiento).
• Características de los vestuarios (amplitud, comodidad, limpieza, número de duchas, etc.) y limpieza y mantenimiento genérico de la instalación.
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