miércoles, 16 de abril de 2014

Yoga: Cómo conseguir una óptima relajación



Dentro del Yoga, el término “relajación” hace referencia directa a la innata capacidad del cuerpo para alcanzar un estado especial caracterizado por una gradual disminución de las pulsaciones cardíacas, de la presión arterial, de las ondas cerebrales y del trabajo general del metabolismo. Además, en dicho estado, los cambios producidos por la relajación contrarrestan los efectos y las molestias generadas por el estrés (insomnio, ansiedad, angustia, tensión nerviosa), aumentan la creatividad mental y reducen los niveles de colesterol.
Para entender el proceso de relajación es necesario conocer los mecanismos que producen el efecto contrario, o sea, la tensión. Toda contracción muscular o tensión supone una afluencia de la energía enviada consciente o inconscientemente hacia el músculo que contraemos. Así, podemos decir que un músculo contracturado es un músculo cargado de tensión, en proporción a la energía que vibra en dicho músculo. Para relajarnos debemos proceder de forma opuesta, es decir, regresar la energía hacia el cerebro, de donde provino, y así recorrer el camino a través de la columna. Este mismo proceso es el que define a la “relajación”. Relajar no es más que desalojar la energía que poseemos en forma de tensión, alojada en una parte o todo el cuerpo, para que vuelva a su lugar, a los centros de energía de la espina dorsal y el cerebro. 

La relajación paso a paso

Para lograr el éxito en la práctica de la relajación debemos disciplinar la mente, aquietar los pensamientos y por consiguiente, armonizar nuestra respiración y nuestra circulación. Comprender el estrecho vínculo que existe entre la respiración, las energías y la mente, es imprescindible para alcanzar un estado de relajación completo y efectivo.
En una situación de relativa serenidad, se registra una modificación de nuestras pautas mentales; de esa forma podemos librarnos de los factores que inducen a la mente a dar incesantes vueltas, casi involuntarias, alrededor de inquietudes o ideas negativas que pueden llegar a dañar nuestra salud. Para encontrar la serenidad y la relajación existen varias técnicas, aunque una de las más simples consiste en cuatro pasos básicos:
• Estar en un ambiente tranquilo y musicalizado.
• Relajar concientemente los músculos del cuerpo, con una orden mental (la mente ordena y el cuerpo responde).
• Concentrarse en una estratagema mental, por ejemplo como observador de la propia respiración.
• Adoptar una actitud pasiva con respecto a las distracciones mentales.
Una vez que conseguimos la disciplina, podemos sumar a la relajación otros aspectos complementarios: respiración correcta y profunda, posturas corporales adecuadas y técnicas de auto-conocimiento. Así, con el tiempo lograremos mejorar nuestra calidad de vida física y mental, promoviendo la paz interior y el equilibrio emocional.

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