viernes, 4 de abril de 2014

Diente de león: Eficaz diurético y desintoxicante natural



El "diente de león", conocido también como “amargón” o “plumerillo”, se identifica generalmente como un yuyo o maleza. Su nombre científico es taraxacum officinale y proviene del vocablo griego taraxis que significa curador de molestias. Dentro del mundo de las plantas medicinales, el diente de león es considerado un excelente "depurativo" o "drenador hepato-renal" (desintoxicante natural). El principio amargo que posee lo convierte en estimulante del apetito y eupéptico; los polifenoles son responsables de su actividad colerética y diurética salurética (acción reforzada por la sustancia inulina y las sales de potasio).  Además se emplea como un laxante osmótico suave.
Los médicos árabes ya lo usaban como remedio en los siglos XI y XII. Desde la Edad Media los boticarios europeos elaboraban zumos para las intoxicaciones y desórdenes renales. La raíz en parches y compresas se utilizaba para la inflamación de ojos y el cuidado de la piel. E1 agua destilada se ingería contra la fiebre y la tos. También se utilizó esta planta para enfermedades de la matriz en la mujer. Su principal virtud es la de limpiar el organismo de agentes tóxicos. 

Radiografía de una planta increíble

El diente de león es una planta pequeña, compositi‑flora de hojas basales, verde clara de bordes muy recortados y dentados (de allí su nombre popular). La forma y el tamaño de las hojas varían mucho, dependiendo del lugar donde crecen. Se ubican en coronas de cuyo centro crecen los tallos que contienen un jugo lechoso. La altura varía desde 10 hasta 50 cm. Las flores son amarillas y se destacan en los caminos entre los pastos porque se mantienen abiertas cuando brilla el sol.
En verano, la flor de diente de león se convierte en un redondel blanquísimo, donde se concentran cada una de las semillas con sus pelitos que le sirven para trasladarse por el aire. Cualquier brisa suave suelta las semillas del tallito y al volar se diseminan en una gran superficie. Muchos niños utilizan este “plumerillo” para jugar, ya que al soplarlo, vuelan las semillas en forma de pequeños paracaídas. De ahí que se lo considere una maleza que invade los jardines y afea la estética del césped y la gramilla verde. Además, posee una raíz gruesa, poco ramificada, que puede ser bastante larga y que contiene una leche muy blanca y de sabor muy amargo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario