martes, 22 de abril de 2014

Cómo comer liviano sin hacer dieta



Hoy es posible comer de todo de una forma rica, sana y completamente natural. Las dietas estrictas bajas en calorías son potencialmente peligrosas para el funcionamiento metabólico, pues llegan a generar problemas de sobrepeso prácticamente irreversibles. Sin embargo, el otro extremo es igual de malo, ya que los excesos de comida superan ampliamente las cuestiones estéticas. Estos desarreglos son siempre producto de una mala distribución y calidad alimentaria, pues podemos comer liviano sin hacer dieta.
Endulzar el café con edulcorante dietético cuando nos excedimos en el consumo de azúcar por comer un postre es algo absurdo y poco efectivo para bajar de peso. Aunque parezca asombroso, existen cosas peores que el exceso de calorías, como es la baja calidad de los alimentos dietéticos. Por ejemplo, algunos de los panes integrales que compramos en el supermercado son integralmente falsos; pues se elaboran con harina común, a la que le agregan salvado. La falta de información y criterio a la hora de comer liviano hace que nos conformemos con una tostada integral sintética, cuando podemos consumir más fibras a partir de vegetales crudos o legumbres.
Respecto al aporte de fibra que necesita nuestro organismo, sobre todo para bajar de peso, se ha demostrado que consumir salvado convertido en artísticas virutas o en comprimidos es costoso y poco efectivo. Y así los ejemplos se multiplican hasta hacerse interminables: la levadura de cerveza procura un buen aporte de vitaminas B, pero pierde 85 por ciento de ellas al ser tratada con soda cáustica, ácido clorhídrico o carbonato de sodio para quitarle el amargor. Por su parte, los copos de cereales se obtienen a temperaturas elevadísimas que pueden modificar sus cualidades. 

Productos dietéticos: Menos nutrientes que calorías

En general los productos dietéticos tienen 30 por ciento menos de calorías que sus similares comunes. Muchos de ellos obedecen a una estrategia comercial: el consumidor quiere novedad y salud, y eso estimula la producción de rubros vendedores. Los postres descremados son menos calóricos que sus homólogos elaborados con leche entera o enriquecidos con crema, pero si están endulzados o contienen frutas, como los yogures, pueden tener más calorías que los naturales. Además, ciertos producto dietéticos están sometidos a procesos de elaboración que altera la calidad nutritiva del alimento en su forma pura o no dietética.
Por otra parte, no sólo las grasas generan calorías, pues los azúcares agregados también. Otros alimentos contienen más espesantes o aditivos tecnológicos, para que uno tenga la sensación de estar saboreándolos enteros, otros traen más aire incorporado, ­como los helados o las mousses. Aunque la idea es no despreciar todo lo dietético, sino de valorarlo en su justa medida. Por eso, lo mejor es leer todas las etiquetas para conocer el contenido calórico de cada producto. De ahí, emplear un criterio lógico y coherente: no vamos a lucir una silueta espléndida sólo por consumir bajas calorías.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario