jueves, 10 de abril de 2014

Hinojo: Un alimento súper completo



El hinojo es uno de los tantos vegetales revalorizados desde que comenzó a popularizarse la dieta mediterránea. En algunas regiones crece salvaje como planta perenne, mientras que en otras es bianual. Antiguamente fue utilizado como medicina por los griegos y romanos (hinojo en latín significa heno, paja). Tanto en Italia cuanto en los países escandinavos es apreciado como los espárragos, servido a la manteca o en vinagreta.
Su sabor es semejante al del anís (son plantas de la misma familia, la de las umbelíferas), pero más delicado. El bulbo de hinojo se compone de hojas carnosas superpuestas color verde pálido; las exteriores terminan en ramas verdes con hojitas finitas y perfumadas (similares a las del apio). Las flores adoptan forma de paraguas, son amarillas y producen semillas alargadas y olorosas.
En la actualidad, la cocina italiana lo emplea para perfumar los pescados y como guarnición de muchos platos. Acompaña bien a otros vegetales, al conejo, al pescado, a las sopas, a los platos provenzales, ya sean preparados al vapor, fritos, a las brasas o combinados con aceite de oliva virgen. 

Nutritivo, pero para un consumo discreto

El hinojo es un alimento ideal para dietas bajas en calorías, ya que 100 gramos sólo poseen 28 calorías. Su perfil nutritivo es más que interesante ya que contiene: hidratos de carbono, proteínas, grasa vegetal, fibra, calcio, sodio, hierro, fósforo, potasio, vitamina A, B1, B2 y C. Está libre de colesterol y ácido úrico, por eso su consumo está recomendado para personas con hipertensión. Es bueno para el funcionamiento intestinal, ayuda a prevenir el cáncer de colon y algunas infecciones, y mantiene el epitelio en buen estado.
Sin embargo, está contraindicado en casos de trastornos diarreicos. Quienes tienen dificultades digestivas deben limitar su consumo o comerlo cocido, y se lo debe suprimir en casos de divertículos. En algunas personas puede provocar reacciones alérgicas. Además, su sabor tan peculiar e intenso produce cierto rechazo en aquellas personas que gustan de la cocina tradicional. 

Consejos culinarios para el hinojo

• Elige bulbos firmes, completos, con las ramas verdes y frescas cortadas no demasiado cortas. Puedes conservarlos en la heladera durante una semana, aunque pierden el aroma y la textura crocante.
• Congélalos previo ligero hervor. Las briznas verdes puedes secarlas fácilmente en microondas a potencia mínima.
• Se come crudo, cortado en mitades, y luego en tajadas finas. Puede blanquearse previamente y refrescar en agua helada, pero pierde aroma (en ese caso, retira siempre las hojas exteriores mas duras y reserve las briznas para aromatizar).
• Puedes prepararlo también a las brasas, horneado y grillado, gratinado con manteca o crema y queso, rebozado y frito, rellenos los bulbos con queso camembert o parmesano.

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