viernes, 4 de abril de 2014

Lo que debes saber sobre las "contracturas cervicales"



Los trastornos relacionados con las vértebras cervicales son uno de los motivos que con mayor frecuencia inciden en nuestro bienestar cotidiano, tanto físico como mental. Con o sin dolor, las molestias cervicales generan siempre una sensación de limitación y un estado de posible enfermedad crónica. Su gravedad puede ser mayor o menor, pero lo concreto es que se trata de un trastorno que siempre genera preocupación y desconcierto. El conocimiento de las cervicales como parte importante de la columna vertebral y la adopción de algunos hábitos para prevenir y tratar estos desagradables fenómenos pueden ayudarnos a olvidarnos de la tensión y el dolor.
Las vértebras cervicales son independientes y libres, tal como sucede en los segmentos dorsal y lumbar, a diferencia del segmento sacrococcígeo, en el que se muestran agrupadas y pierden la individualidad. Por esta razón, el tratamiento cervical consiste en un trabajo localizado y concentrado, que no necesariamente involucra al resto de la columna vertebral. Sin embargo, músculos, articulaciones y huesos forman parte indisociable en la mayoría de las molestias cervicales, interfiriendo en la identificación puntual del dolor. Para ello se proponen soluciones integrales que ayudan a mejorar notablemente el cuadro clínico y al mismo tiempo fortalecer la espalda en su conjunto. 

Causas de un dolor muy molesto

Las molestias cervicales se denominan cervicalgias y se producen por diferentes causas, las que no siempre son fáciles de identificar. No obstante los procesos generalmente no revisten gravedad, aunque las molestias llegan a ser insoportables. Comúnmente  la mayor parte de los dolores se debe a procesos localizados en la estructura ósea, articular o muscular cervical, y en raras ocasiones obedece a procesos en diferentes zonas anatómicas.
Lo habitual es que como consecuencia de infecciones o grandes traumatismos aparezcan los dolores agudos. Además por actitudes posturales, cargas continuadas, alteraciones nutricionales, etcétera, se presenten trastornos degenerativos con dolores crónicos. Si bien antes se creía que los procesos degenerativos eran los responsables de la mayor parte de estos trastornos dolorosos, hoy se sabe que existen otras posibilidades: el estrés postural, la alimentación deficitaria y el debilitamiento de la musculatura paracervical (alrededor de la columna cervical) son en alguna medida los principales responsables de la mayoría de las cervicalgias actuales.

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