jueves, 14 de noviembre de 2013

Síntomas: La Hipotensión Arterial



La hipotensión arterial o “baja presión” es una dolencia fisiopatológica bastante compleja. Para determinarla es preciso conocer los valores normales de presión arterial que se han establecido internacionalmente. Así es que para la presión máxima o sistólica­ se esperan valores de entre 10 (que hace referencia a una presión de 100 mm Hg) y 14 (140 mm Hg), para la presión mínima o diastólica, los valores normales rondan entre 7 y 9. Cuando la presión máxima se encuentra por debajo de 10 (que es el límite mínimo aceptable), entonces se registra una situación de hipotensión o baja presión.
La presión arterial es un mecanismo muy regulado que depende de varios factores: por una parte del gasto cardíaco (lo que el corazón expulsa en cada sístole) y por otra parte de la llamada resistencia periférica (que está dada por arterias pequeñas conocidas como arteriolas). Entonces, cuando el corazón expulsa la sangre se encuentra con una resistencia periférica dada por estas arteriolas y tiene que elevar la presión hasta el punto en que la sangre pueda fluir a través del árbol arterial. Así, cualquier situación o sustancia que pueda dilatar súbitamente el sistema arteriolar puede producir una caída de la presión, como por ejemplo un estado de estrés o alcoholismo.

Distintas clases de hipotensión

Idiopática: Es la más común de todas y en general se presenta de manera espontánea y sin una causa aparente. Registra una presión máxima por debajo de 10 sin que la persona presente algún síntoma indicativo. Lo cierto es que hay personas que naturalmente pueden tener baja presión, pero no hay una forma de poder establecer las causas que la producen. De seguro está dada por una cantidad de factores fundamentalmente constitucionales. Puede ser asintomática es decir, el paciente tiene baja presión pero vive sin inconvenientes­ o puede generar algunos síntomas como mareos o malestar. 
Crónica: También es muy frecuente la presión arterial baja crónica, caracterizada por estar debajo de las cifras promedio pero no en límites riesgosos. Sus causas son variadas: puede deberse a distintos medicamentos (incluyendo drogas para la hipertensión), a situaciones como un embarazo y enfermedades como la diabetes o la arteriosclerosis.
Ortostática: Se presenta a través de un mareo y a veces hasta la pérdida de conciencia. Ocurre en general al ponerse de pie rápidamente desde una posición sentada o acostada. Por ejemplo, es muy común tras permanecer mucho tiempo al sol o luego de un ayuno prolongado.

Las principales causas de la hipotensión 

La hipotensión es un trastorno que en general no incide en el estado general de salud de una persona. Sin embargo, puede alterar el ritmo de vida normal y limitar el desarrollo de ciertas actividades. Por eso para prevenir un estado de baja presión es preciso conocer sus principales causas:
Ingesta de alcohol: Actúa como un vasodilatador periférico, entonces al tomar alguna bebida alcohólica la presión baja y si además se está en un ambiente con mucha gente, el encierro y el calor resultan una combinación perfecta para llevar a la persona a un inminente desmayo.
Carencia de nutrientes: Por falta de ciertos nutrientes esenciales también se puede desarrollar hipotensión, pero ésta sólo se da en personas muy mal alimentadas o que padecen patologías alimentarias, como la anorexia nerviosa. Asimismo, como no hay alimentos que bajen la presión, en principio no hay restricciones en cuanto al tipo de dieta para las personas hipotensas. Se puede comer de todo, sólo hay que tener en cuenta algunas limitaciones con las bebidas alcóholicas.
Estrés o depresión: La presión arterial está íntimamente relacionada con el estilo de vida. La inactividad física, por ejemplo, tiende a bajarla. En ciertas ocasiones existen situaciones de estrés emocional que también pueden actuar como vasodilatadores y bajar la presión. En el organismo existe una compleja red de regulación, que está dada por el sistema nervioso autónomo y las hormonas que circulan en sangre (la adrenalina, la noradrenalina, etc.). Si algo en esta red anda mal es posible que se desencadene un problema a nivel de la presión arterial, que en muchos casos puede ser hipotensión. Por eso es preciso aprender a controlar las emociones, evitar el estrés y las preocupaciones, y sobre todo llevar una vida activa.
Diabetes: La diabetes altera las vías de conducción del sistema nervioso simpático (los ganglios simpáticos), entonces, es factible que un paciente diabético pueda experimentar hipotensión ortostática, porque al ponerse de pie sus sistemas de regulación a nivel del simpático funcionan mal (ya que están alterados por la diabetes).
Enfermedades neurológicas: Existe una cantidad de trastornos neurológicos, como por ejemplo, la sífilis dorsal, que pueden alterar los mecanismos de regulación de la presión y ocasionar hipotensión.
Medicamentos: Hay muchos fármacos que producen directamente hipotensión. Los diuréticos son un claro ejemplo. Hay mujeres que toman diuréticos para mantener la línea, y si una mujer es hipotensa, el consumo de un diurético le puede producir desde mareos hasta incluso una pérdida del conocimiento. También las personas hipertensas que toman medicamentos para controlar la presión pueden padecer ocasionalmente un situación de baja tensión. 

¿Qué hacer frente a un cuadro de hipotensión? 

Ante cualquier indicio, lo mejor siempre es la consulta a un profesional médico. Ya sea frente a episodios reiterados de mareos o cualquier otro síntoma que devele un cuadro de baja presión, es necesario concurrir al especialista, que puede ser un cardiólogo o un médico clínico.
Cuando se trata de situaciones anormales, como por ejemplo una lipotimia, hay que tener en cuenta que el flujo de sangre que va al cerebro es ascendente, por lo tanto siempre hay que buscar que vuelva a llegar la sangre al cerebro, inclinando a la persona, haciendo que baje la cabeza y la ponga entre sus piernas, etc.
En el caso de que la presión baje después de estar sentado durante un tiempo prolongado, es posible elevarla cambiando la postura. El cruzarse de piernas o inclinarse un poco hacia adelante contrayendo el abdomen son formas simples y efectivas de ayudar a mantener un flujo adecuado de sangre.
Por otra parte, las personas mayores con hipotensión deben beber mucho líquido (agua, caldos, jugos de frutas) y evitar el consumo de alcohol. 

Precauciones frente a ciertas drogas 

Existen muchas drogas que en general no producen hipotensión, pero que si uno se excede en la dosis su ingesta puede conducir a mareos o desmayos. Por ejemplo, actualmente, hay medicamentos muy buenos para tratar problemas de la próstata denominados simpaticolíticos, cuya función básica es reducir la función del sistema simpático, lo que se traduce en un beneficio amplio para la micción, pues mejora la relajación del esfínter prostático. Pero muchos de los pacientes que ingieren estos medicamentos tienen mareos o episodios de pérdida del conocimiento causados por el efecto de esta droga, que si bien desde el punto de vista de la función de la próstata es beneficiosa, resulta perniciosa en lo que concierne a la regulación de la presión. Por eso es necesario asesorarse con el médico antes de tomar este tipo de drogas. 

Medidas eficaces frente a la hipotensión 

Para prevenir situaciones espontáneas de hipotensión, es necesario tomar algunas medidas higiénicas y dietéticas:
• Mantener un buen peso corporal.
• Tratar de evitar todas las sustancias tóxicas como el cigarrillo, las bebidas alcohólicas, y los psicofármacos.
• Además, dado que el sedentarismo tiene mucho que ver con la presión baja, es aconsejable realizar un plan de ejercicios regulares o una actividad física como ciclismo o natación.
• Lo aconsejable, para todas las personas y no sólo las hipotensas, es llevar una vida sana sin estrés. Para ello nada mejor que cultivar la serenidad y tranquilidad a través de la meditación y el Yoga.

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