martes, 26 de noviembre de 2013

Aceite de Oliva: Aliado de la salud



El aceite de oliva ha sido catalogado como la “grasa saludable”. Aporta principalmente ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado que reduce el nivel de colesterol malo en la sangre (LDL), al mismo tiempo que aumenta el colesterol bueno (HDL). Además no sólo actúa como protector de las enfermedades cardíacas, sino también previene la formación de cálculos biliares en la vesícula y es más fácil de digerir que otras grasas vegetales.
El aceite de oliva es rico en antioxidantes naturales como la vitamina E, indicada para retardar la acción del envejecimiento. También posee compuestos fenólicos y betacarotenos. Por su intenso sabor, permite aromatizar distintas preparaciones empleando sólo pequeñas cantidades, por lo que es ideal para comidas bajas calorías. A diferencia de otros aceites vegetales, se mantiene más estable a altas temperaturas por lo que no se quema con facilidad al utilizarlo en frituras. 

Diferentes clases de aceite de oliva

Existen cuatro clases de aceite de oliva diferenciados por su procesamiento y sus propiedades. De mayor a menor calidad se encuentran:
Extra virgen: Es el aceite que se obtiene de primera prensada en frío de la pulpa de la aceituna. Debido al proceso al que es sometido y bajo las condiciones de temperatura controlada, conserva el mejor color, sabor y la menor acidez libre. Es el más recomendado para consumirlo crudo y por su concentración se utiliza muy poca cantidad.
Virgen: Se obtiene de la misma manera que el extra virgen, pero con temperaturas un poco más elevadas. Debido a su proceso es más barato aunque tiene una mayor acidez y sus condiciones de color y sabor no son tan selectas. Asimismo conserva cierta delicadeza que sirve para condimentar platos de alta cocina.
Puro: En su proceso de obtención se emplean altas temperaturas, por lo cual pierde en gran medida su aroma y su color. Suele combinarse con cortes de aceite virgen y por su costo y calidad se emplea en frituras. Su sabor semifrutado está indicado para la preparación de guisos.
Refinado: Mediante un proceso químico se extrae el aceite de los orujos y pepitas de aceituna. No posee diferencias de calidad con otros aceites vegetales, salvo que se distingue por su característico olor. Se suele emplear para preparados caseros con fines cosméticos o para darle un toque de sabor a los platos combinados con carnes de ave y pescados.

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