A continuación te propongo 5 movimientos estupendos que te ayudarán a aliviar
las tensiones del cuello. Todos los ejercicios descriptos pueden practicarse
diariamente y es importante no olvidar la respiración. Asimismo es necesario
relajar totalmente el cuello y realizar los movimientos de manera controlada
para evitar lesiones u efectos contraproducentes. Si el dolor ya se instaló, lo
mejor es consultar al médico antes de llevar a cabo los ejercicios.
1) Elevación de cabeza y cuello: Acostados boca arriba, con las piernas flexionadas y los brazos ubicados con las manos entrelazadas detrás de la nuca. Levantar la cabeza tratando de tocar la pera en el tórax, mantener la posición durante unos segundos y luego relajar. Este movimiento permite extender las vértebras cervicales.
2) Inclinación lateral de cabeza: Desde la posición de pie, con la columna bien erguida, inclinar la cabeza lentamente hacia un hombro y con la mano del mismo lado, realizar una suave presión para lograr un mayor estiramiento y relajación. Realizar el ejercicio con ambos lados.
3) Giro de cabeza: Inclina la cabeza hacia adelante cuanto puedas, lentamente dóblala hacia la derecha, entonces hacia atrás al lado izquierdo y luego de frente otra vez. Haz este movimiento circular en forma lenta hasta adquirir cierta práctica. Luego aumenta la fuerza del movimiento, pero sin lesionarte.
4) Giro de hombros: Desde la posición de pie, con la cabeza erguida en prolongación con la línea de la columna, realizar movimientos circulares hacia atrás y hacia adelante con los hombros. Muchas veces, una tensión en hombros puede producir dolor en la nuca y la cabeza por una mala irrigación sanguínea.
5) Inclinación frontal de la cabeza: Desde la posición de pie, inclinar la cabeza mirando al piso y colocar ambas manos detrás de la cabeza. De esta forma, empujar con la cabeza hacia arriba y en oposición las manos hacen fuerza hacia abajo. Al realizar la presión, tratar de sentir el estiramiento de la nuca y luego relajar.
1) Elevación de cabeza y cuello: Acostados boca arriba, con las piernas flexionadas y los brazos ubicados con las manos entrelazadas detrás de la nuca. Levantar la cabeza tratando de tocar la pera en el tórax, mantener la posición durante unos segundos y luego relajar. Este movimiento permite extender las vértebras cervicales.
2) Inclinación lateral de cabeza: Desde la posición de pie, con la columna bien erguida, inclinar la cabeza lentamente hacia un hombro y con la mano del mismo lado, realizar una suave presión para lograr un mayor estiramiento y relajación. Realizar el ejercicio con ambos lados.
3) Giro de cabeza: Inclina la cabeza hacia adelante cuanto puedas, lentamente dóblala hacia la derecha, entonces hacia atrás al lado izquierdo y luego de frente otra vez. Haz este movimiento circular en forma lenta hasta adquirir cierta práctica. Luego aumenta la fuerza del movimiento, pero sin lesionarte.
4) Giro de hombros: Desde la posición de pie, con la cabeza erguida en prolongación con la línea de la columna, realizar movimientos circulares hacia atrás y hacia adelante con los hombros. Muchas veces, una tensión en hombros puede producir dolor en la nuca y la cabeza por una mala irrigación sanguínea.
5) Inclinación frontal de la cabeza: Desde la posición de pie, inclinar la cabeza mirando al piso y colocar ambas manos detrás de la cabeza. De esta forma, empujar con la cabeza hacia arriba y en oposición las manos hacen fuerza hacia abajo. Al realizar la presión, tratar de sentir el estiramiento de la nuca y luego relajar.
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