Aunque parezca increíble, el sólo acto de respirar bien puede contribuir a limpiar el organismo de desechos, ya que además de aportar a las células el oxígeno que necesitan para vivir, también elimina los residuos orgánicos y el dióxido de carbono.
La mayoría de las personas no toma conciencia de la importancia de este proceso y al descartarlo olvida por completo sus potenciales beneficios para el cuerpo. La respiración profunda y consciente es una arma poderosa para cargar al cuerpo de la energía y vitalidad necesarias para prevenir determinadas enfermedades.
Cómo respirar adecuadamente
Para
aprender a respirar de manera profunda es necesario seguir tres pasos
sencillos:
1) Respirar con el pecho y el abdomen: En general todos respiramos con la parte alta de los pulmones, lo que implica que no estamos bajando el diafragma del todo ni expandiendo por completo los pulmones, limitando así nuestra capacidad pulmonar. La respiración acotada está relacionada con la ansiedad, la depresión y las preocupaciones. Para comprobar una respiración abdominal es necesario acostarse en el suelo y colocar las manos sobre el vientre. Al inspirar este deberá expandirse, y al espirar contraerse.
2) Expulsar todo el aire: Al respirar de manera profunda hay que asegurarse que el aire expulsado salga en su totalidad. Al exhalar mayor cantidad de dióxido de carbono se eliminan mayor cantidad de toxinas, al mismo tiempo que se aprovecha toda la capacidad pulmonar con cada nueva inspiración.
3) Repetir el ejercicio: Respirar de manera profunda es un ejercicio que debe hacerse la mayor cantidad de veces al día. Cuando el cuerpo lo asimile, comenzará a hacerlo casi de manera inconsciente. Lo mejor es inspirar el aire por la nariz y expulsarlo por la boca.
1) Respirar con el pecho y el abdomen: En general todos respiramos con la parte alta de los pulmones, lo que implica que no estamos bajando el diafragma del todo ni expandiendo por completo los pulmones, limitando así nuestra capacidad pulmonar. La respiración acotada está relacionada con la ansiedad, la depresión y las preocupaciones. Para comprobar una respiración abdominal es necesario acostarse en el suelo y colocar las manos sobre el vientre. Al inspirar este deberá expandirse, y al espirar contraerse.
2) Expulsar todo el aire: Al respirar de manera profunda hay que asegurarse que el aire expulsado salga en su totalidad. Al exhalar mayor cantidad de dióxido de carbono se eliminan mayor cantidad de toxinas, al mismo tiempo que se aprovecha toda la capacidad pulmonar con cada nueva inspiración.
3) Repetir el ejercicio: Respirar de manera profunda es un ejercicio que debe hacerse la mayor cantidad de veces al día. Cuando el cuerpo lo asimile, comenzará a hacerlo casi de manera inconsciente. Lo mejor es inspirar el aire por la nariz y expulsarlo por la boca.
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