Sea cual sea tu edad y tu estado físico, el ejercicio más consubstancial al homo erectus y el que el organismo realiza con mayor naturalidad, es caminar. El trekking te proporcionará una serie interminable de ventajas, entre ellas la de cambiar por músculo los caracterísitcos «michelines» de la vida sedentaria.
La palabra «ejercicio», sin embrago, posee unas connotaciones de disciplina y sacrificio que nada tienen que ver con el auténtico placer de caminar o hacer trekking. Recuerda que los ejercicios violentos no son recomendables en ésta ni en cualquier otra actividad física.
RECOMENDACIONES PARA HACER TREKKING
1) Cualquier persona, salvo los muy niños o los muy ancianos, pueden llegar a caminar hasta 20 kilómetros al día sin perjuicios para la salud. No obstante, es preferible realizar al principio pequeñas caminatas diarias -a primeras horas de la mañana o últimas de la tarde- que podrán prolongarse poco a poco, pero nunca al extremo de que la fatiga llegue a convertirse en una sensación penosa.
2) El trekking es una actividad para llevar a cabo generalmente en lugares naturales como el campo, la montaña o el bosque. Aunque en la ciudad es posible encarar una rutina de trekking. Al no ser sólo por necesidad, evita llevar mochilas u otros elementos (como carteras, bolsos, etc.). En caso de utilizar una mochila recuerda adoptar una posición corporal erguida manteniendo la espalda en forma recta (ni para atrás ni para adelante), y no sobrecarges de peso la misma ya que tu espalda puede sufrir serias lesiones a largo plazo.
Las mochilas, por muy ligeras y anatómicas que parezcan, entorpecen la libertad de movimientos, provocan problemas en músculos y huesos, y acaban convirtiéndose en molestias que impiden gozar del placer de los sentidos -el más inmediato beneficio del trekking-, acobardando incluso a los que aprecian la alegría de poder saltar de roca en roca sin los desequilibrios creados por la siempre pesada carga.
3) El tipo de calzado debe adecuarse a las características del terreno y a la duración de la marcha. Un calzado ligero es conveniente en paseos cortos, pero si la región es accidentada (como en las montañas) o el paseo más largo, hace falta un calzado más resistente; en cualquier caso debe ajustarse perfectamente al pie, sin que sufra presión alguna.
4) Las botas demasiado holgadas pueden llegar a producir ampollas, y demasiado ajustadas acaban siendo insoportables, sobre todo en los descensos. Tanto si te decides por las zapatillas de deporte como si lo haces por las botas, elige siempre un calzado impermeable, confortable y que tenga el dibujo de la suela bien marcado.
5) Si has decidido utilizar las botas, nunca las estrenes en la primer excursión. Es preferible «domarlas» previamente realizando paseos muy breves en varias ocasiones. Para evitar rozaduras frótate previamente los pies con zumo de limón.
6) No uses nunca calcetines confeccionados con tejidos sintéticos, puesto que dificultan la normal transpiración de los pies. Lo ideal, sobre todo en excursiones largas, es calzarse primero unos calcetines finos de algodón y a continuación unos gruesos de lana.
7) Los complementos alimenticios ideales para la marcha son: la miel, por sus sales minerales, oligoelementos y vitaminas; el pólen, que contiene aminoácidos esenciales, vitaminas A, B, C, D y E, sales minerales y oligoelementos; la jalea real, por su capacidad de reforzar las defensas inmunitarias y estimular las funciones orgánicas; el gérmen de trigo, que contiene magnesio, fósforo y vitaminas B y E, y la levadura de cerveza, gracias a sus aminoácidos y vitaminas, entre ellas la B1, imprescindible para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
LOS BENEFICIOS DEL TREKKING
Caminando y escalando montañas te puedes beneficiar de una actividad física ideal para la salud y el equilibrio psicosomático: una marcha o escalada moderada rápida mejora la capacidad cardiovascular sin imponer esfuerzos demasiados violentos al corazón.
El oxígeno, por otra parte, es la mejor medicina anti-estrés que la naturaleza te puede proporcionar, ya que actúa directamente sobre las células del cerebro; asimismo, sólo con una abundante dosis de oxígeno es posible eliminar esos «michelines» que se han mostrado rebeldes a toda dieta de adelgazamiento, reemplazándolos por músculo. No hay que olvidar que una hora de marcha un poco rápida quema alrededor de 400 calorías.
Lo más importante, durante el trekking, es aprender a respirar correctamente, porque es el oxígeno que se introduce en el organismo el que quema las grasas y relaja el sistema nervioso; es preciso respirar profundamente, adecuando inspiraciones y expiraciones con los movimientos de brazos de piernas.
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