A veces
es necesario dedicar una semana a potenciar el medio de eliminación de desechos
más importante del cuerpo: el sistema linfático. Este sistema no sólo es la vía
por la cual los tejidos absorben los nutrientes y se mueven las células
inmunológicas que protegen al cuerpo de enfermedades, sino también constituye
la vía de eliminación de residuos metabólicos del organismo. A través del
sistema linfático se eliminan toxinas como los subproductos de la fatiga y el
estrés, glóbulos grasos, células muertas, bacterias patógenas, minerales
pesados y virus infecciosos, entre otros.
Una
mala circulación linfática a través de los tejidos celulares del organismo
produce fatiga, celulitis, mal aspecto estético y vejez prematura. En general,
las personas que llevan una vida sedentaria acompañada de una mala alimentación
(rica en grasas y azúcares) padecen un mal funcionamiento del sistema linfático
y la consecuente acumulación de residuos tóxicos en tejidos y articulaciones.
Purificar la linfa
Existen
ciertos consejos que permiten aumentar la pureza y calidad de la linfa,
asegurando una adecuada depuración de toxinas a través de este sistema celular:
• Realizar actividad física: El ejercicio físico regular
mejora la piel, potencia el funcionamiento linfático y aumenta la capacidad del
organismo para llevar oxígeno y nutrientes a las células de la piel eliminando
de ellas los desechos tóxicos.
• Limpiar el cuerpo: El estímulo del drenaje linfático
y la limpieza general del organismo se consiguen a través del cepillado de la
piel. Así es como se descongestionan las zonas en las que el linfa se ha vuelto
lenta y se han acumulado toxinas. Para depurar la piel se debe emplear un
cepillo de cerdas naturales y frotar durante cinco minutos en forma vertical
comenzando desde los hombros hasta los pies; luego debe repetirse el
procedimiento pero a la viceversa.
• Tomar baños calientes: El calor produce un tratamiento
de limpieza en la piel muy efectivo, no sólo desde lo estético sino también
desde la salud ya que estimula la circulación en la piel y mejora su tersura.
Lo ideal es un baño sauna o finlandés, aunque puede obtenerse un tratamiento
térmico a partir de un baño de inmersión en agua caliente. La temperatura del
agua debe estar a unos pocos grados por encima de la temperatura corporal
normal, y el cuerpo debe permanecer al menos unos quince minutos dentro del
agua. Al salir debe emplearse una toalla y luego acostarse cubierto en una
manta por el transcurso de 20 minutos más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario