2. DISFRUTAR DE LOS LOGROS: Concentrarse en cada paso. No debemos dejarnos abrumar por la tarea a realizar, sino vivir con alegría la concreción de los pequeños logros que nos conducirán finalmente a lo que aspiramos.
3. SUPERAR LOS PROBLEMAS: Frente a un inconveniente debemos recordar que los obstáculos son parte del camino y no su fin.
4. DESTERRAR FRASES DESALENTADORAS: Examinar nuestro lenguaje y verificar si tendemos a las expresiones negativas o totalizadoras, que no dejan espacio a caminos alternativos. Ejemplo: "es inevitable", "no puedo hacer esto", "siempre me pasa a mí", etc.
5. UTILIZAR LENGUAJE OPTIMISTA: En relación con el ítem anterior, proponernos emplear frases afirmativas, que impliquen acciones positivas.
6. EMPRENDER AQUELLO QUE REALMENTE SE DESEA: Aprender a reconocer nuestros verdaderos deseos, desechando pensamientos y conductas que puedan interferir en la consecución de los mismos.
7. VISUALIZAR CREATIVAMENTE LA META: Poner en marcha nuestra imaginación, visualizando en nuestra mente lo que anhelamos, de modo que cada vez el objetivo tome más cuerpo.
8. SIMPLIFICAR ECAMINO: Luego de identificar la meta, analizar el contexto en el que actuamos y seleccionar los pasos más adecuados para la realización de la tarea propuesta. Ejemplo: si deseamos comenzar una dieta, evitemos inicialmente reuniones y compras que podrían hacernos claudicar.
9. RECONOCER LOS TIEMPOS INDIVIDUALES: Conocer y respetar nuestros tiempos. Es conveniente evitar la comparación con los demás, pues cada persona es un ser individual con necesidades y ritmos determinados para obtener sus logros.
10. ANTES DE ABANDONAR TODO, PEDIR AYUDA: Si nos sentimos frenados en nuestros propósitos no dudemos en solicitar apoyo de quienes nos rodean.
11. INVALIDAR LOS PRETEXTOS: Estar atento a las excusas. La falta de voluntad frecuentemente nos conduce a poner pretextos para no realizar lo que deseamos. Es importante vigilar esta tendencia y evitarla.
12. SI ES NECESARIO, CAMBIAR EL RUMBO: Permitir la reflexión y el cambio. Cuando progresamos hacia la meta podemos llegar a descubrir que nuestra idea originaria no se ajustaba demasiado a la realidad. No dudemos en modificar nuestros propósitos iniciales, pues la flexibilidad no significa fracaso.
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