Para piel seca
Los filtros solares apropiados son la única defensa del cuerpo frente a los rayos del sol. Estos se clasifican en factor (desde 8 hasta 30 o superior), correspondiendo un número para cada tipo de piel. A medida que la sensibilidad de la piel aumenta es necesario usar un filtro solar con un factor más elevado.
Además, debe mantenerse la piel bien hidratada para evitar que se reseque y se quebrajé. Son muy útiles los aceites corporales que se aplican luego de un baño cuando el cuerpo aún permanece húmedo. Estos aceites retienen la humedad en la piel conservando así su elasticidad y frescura.
Por otro lado, a la hora de comprar una crema hidratante, hay que asegurarse de que respete el pH natural de la piel (pH 5.5.). Y nunca deben tomarse baños muy calientes, lo ideal son tibios para que mantengan un nivel de grasa aceptable en la piel.
Con cada grado centígrado, la secreción de grasa cutánea aumenta hasta un 10%. Este proceso se da cuando la temperatura y humedad ambiental son elevadas, generando así un aspecto poco agradable en toda la piel, principalmente en la zona de la cara, pecho y espalda. El calor hace que el sebo se fluidifique y salga con más facilidad al exterior, los poros se dilatan y es preciso limpiar la piel de manera más profunda y continua.
Para estos casos lo mejor es usar lociones clarificantes o preparados astringentes. También, un depilado total antes de salir de vacaciones es ideal para eliminar todas las células muertas. Por otra parte, como el cloro de las piscinas favorece el acné, es recomendable aplicar una crema hidratante en todo el cuerpo, y a la hora de tomar sol, nada mejor que un filtro solar en forma de gel.
Así es como se consigue mantener la piel hidratada, libre de impurezas y lo más importante, sin grasa.
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