El riñón es uno de los órganos que con mayor facilidad se acostumbra tanto a
los buenos como a los malos hábitos. Es así como se puede llegar a orinar poco
y retener líquidos. Si la orina se estanca, intoxica inmediatamente los tejidos
y provoca ciertos trastornos urinarios como cálculos renales, infección en la
vejiga, cistitis, etc. Y así continúa un circulo vicioso que debe interrumpirse
para evitar problemas más graves que generen alguna enfermedad crónica e
irreversible.
Por
eso, mejorar la eliminación renal es clave para conseguir un rápido bienestar y
puede alcanzarse si se adoptan como hábitos cotidianos los siguientes consejos
prácticos:
• Beber
de 2 a 3 litros de agua por día es el primer paso para depurar el organismo.
• Evitar
la sal al menos hasta normalizar el aparato excretor. Asimismo debe limitarse
el consumo de sal para conservar los riñones saludables.
• Orinar
cada vez que se tienen ganas. Nunca deben dejarse para más tarde las ganas de
orinar.
• Tratar
de orinar (sin esfuerzo consciente) unas 8 veces al día, salvo por la noche.
• Tomar
diuréticos naturales como jugo de apio e hinojo o infusiones de hierbas. Evitar
los diuréticos que venden las farmacias.
Un páncreas de acero
Las
malas costumbres alimentarias producen con el tiempo un agotamiento pancreático
y hepático que puede llegar a desembocar en la aparición de enfermedades como
la diabetes tipo II. Largas horas sin probar bocado que se producen entre un
desayuno escaso y un almuerzo tardío, generan en el organismo un descenso del
nivel de glucosa en sangre y por ende una sensación voraz de hambre. Así es
como se terminan cometiendo los excesos de comida que intoxican al cuerpo. Todo
funciona mal y esto repercute directamente en una lenta pero sostenida pérdida
del bienestar fisiológico.
Para romper con este ciclo enfermizo es necesario aplicar diariamente algunas pautas saludables:
Para romper con este ciclo enfermizo es necesario aplicar diariamente algunas pautas saludables:
• Tomar
un buen desayuno (no importa si hay que levantarse más temprano para hacerlo).
• Almorzar
de manera normal y hacer una cena ligera.
• Seguir
una dieta variada y saludable.
• Respetar
los horarios de las comidas para evitar altibajos de glucosa.
• Dividir
la ingesta de alimentos en 4 comidas principales (desayuno, almuerzo, merienda
y cena) y dos colaciones (media mañana y media tarde).
• Tomar
durante el día algunos alimentos con azúcar (puede ser a media mañana y a media
tarde).
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