martes, 1 de octubre de 2013

Cómo revertir la "ansiedad por comer"



Los estados de ansiedad y estrés son inevitables, pero lo importante es saber enfrentarlos sin perjudicar al organismo. Lo primero que debes tener en cuenta es que las emociones se pueden canalizar por otra vía que no sea la comida. La actividad física es ideal para liberar tensiones de todo tipo, y puedes practicarla solo o en grupo, bajo techo o al aire libre; en definitiva, de la forma que más te guste. Y los beneficios son dobles: además de controlar la ansiedad consigues bajar de peso.
En segundo lugar, es necesario cambiar algunos hábitos a la hora de comer. Las malas costumbres alimentarias son en parte responsables de las actitudes que uno toma frente a la comida en un estado de ansiedad. Saber qué y cuándo comer es una forma de evitar atracones innecesarios y poco felices que terminan echando por la borda todo esfuerzo por bajar de peso o mantener la línea.
Finalmente, una predisposición positiva frente a los acontecimientos que te presenta la vida día a día es una manera segura de evitar estados de ansiedad incontrolables. Así, cuando sientas la necesidad de comer algo extra, pues date el gusto, quizá tu cuerpo necesite reponer energía. Pero nunca ahogues tus penas en un plato de comida, ya que ésta es una forma negativa y nociva de ver y hacer las cosas.

Ansiedad por comer: Las mejores estrategias alimentarias

A la hora de organizar una dieta sana, existen una serie de factores que debes tener en cuenta y que en realidad pueden jugarte en contra: el trabajo, los problemas emocionales y, sobre todo, la "ansiedad".
Es necesario que tengas en cuenta que la "ansiedad" es un estado emocional propio de los seres humanos; sin embargo, cuando supera ciertos niveles genera un trastorno que puede paralizarte de una manera agobiante y obsesiva desembocando en conductas nocivas como los atracones de comida. La solución consiste en determinar el origen emocional del problema al mismo tiempo que se establecen estrategias para controlar el hábito de comer compulsivamente.
Como primera medida debes tratar de organizarte de una manera que consigas establecer horarios para trabajar, comer y descansar; por ejemplo, si trabajas muchas horas y regresas a tu casa con mucho apetito, debes tratar de consumir algún alimento en el trabajo para evitar permanecer tanto tiempo con el estómago vacío. Asimismo, no debes descuidarte consumiendo golosinas, pasteles o chocolates, y siempre tratando de elegir alimentos con poca grasa. 

Alimentos permitidos

Si una situación de ansiedad te apremia, existen ciertos alimentos que puedes consumir sin problema y que te ayudarán a controlar transitoriamente tu estado:
• Las frutas como la manzana, la banana, los cítricos, etc.
• El tomate fresco, en ensalada o zumo.
• La lechuga; se puede consumir sola o acompañar con otras verduras.
• Las gelatinas dietéticas, ya que son bajas en calorías y el organismo resuelve el problema de la ansiedad.
• La zanahoria, se puede consumir cruda (rallada) como colación en cualquier momento del día. Además es ideal para incluirla en ensaladas, ya que da volumen a las mismas.
• Los yogures son ricos y variados, además aportan calcio al organismo.

Comer sano no resuelve de raíz un problema de ansiedad, sino más bien de peso. Con los alimentos descritos anteriormente te asegurarás mantener la línea pero no revertir tu estado de ansiedad. Es preciso que busques la solución examinando profundamente tus emociones y tus actitudes frente a determinadas situaciones personales, laborales, familiares y sociales. Sólo así conseguirás olvidarte de los deseos compulsivos por comer.

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