miércoles, 9 de octubre de 2013

El desayuno: La primera comida del día



El desayuno es la comida más importante del día. Un buen desayuno es una de las bases de una alimentación  y una salud adecuadas, al punto de que hasta reduce el riesgo de desarrollar diabetes. Los estudios demuestran que las personas que suprimen esa importante primera comida del día sufren alteraciones en su estado de ánimo, su memoria y sus niveles de energía, y es más probable que suban de peso.

¿En qué consiste un buen desayuno? 

El desayuno debe representar entre el 20% y el 25% de las calorías que ingieres durante el día, y es importante que esté bien balanceado para que recibas los nutrientes esenciales. Un buen desayuno debe incluir:
  • Pan o cereales, de preferencia integrales. Además de la fibra que contienen, le proporcionan al cuerpo carbohidratos, que aportan energía, vitaminas y minerales.
  • Productos lácteos. Como leche o yogur (de preferencia bajos en grasa o desgrasados), que contienen proteínas, calcio y vitaminas.
  • Frutas o jugo de frutas. Le aportan al cuerpo carbohidratos, agua, vitaminas y minerales. La fruta en sí y el jugo con pulpa también aportan fibra.
  • Otros productos. Puedes incluir una bebida estimulante, como café o té; productos derivados de la carne, como el jamón en pequeñas cantidades, o huevos (puedes elegir comer las claras únicamente si deseas) que contienen las proteínas que construyen los tejidos y las células; también puedes incluir en pequeñas cantidades queso (bajo en grasa o desgrasado), mantequilla o margarina.
¿Por qué es necesario un buen desayuno? 

Sobran las razones y entre ellas están:
  • Mantiene un estado nutricional correcto. Si no desayunas o no lo haces adecuadamente, es difícil que completes los requerimientos de energía, calcio y otros elementos nutritivos en las demás comidas. Un buen desayuno contribuye significativamente al consumo diario de vitaminas y minerales. Si incluyes pan o cereales integrales en el desayuno, el consumo de grasa durante el día suele ser menor.
  • Mejora el rendimiento intelectual y físico. Si suprimes el desayuno, pones en marcha en tu organismo un mecanismo que altera el nivel aceptable de azúcar en la sangre. Esos cambios alteran la conducta e influyen de modo negativo en el rendimiento físico e intelectual.
  • Ayuda a bajar de peso o a controlarlo. Al mantener tu estómago lleno hasta la próxima comida, evita que comas de más. Además, no te tienta a “picar” rosquillas, dulces, refrescos o golosinas de cualquier tipo, que siempre aportan calorías extra.
  • Ayuda al tránsito intestinal y mejora los niveles de colesterol. Eso se debe al contenido de fibra de los cereales integrales y las frutas.

Textos: vidaysalud.com

No hay comentarios.:

Publicar un comentario