• Comer
despacio.
• Masticar
bien los alimentos.
• Consumir
alimentos fáciles de digerir. Evitar las carnes con muchos nervios o las
verduras muy fibrosas.
• Evitar
las bebidas gaseosas y los alimentos que producen gases.
• Tratar
de comer siempre a las mismas horas con igual cantidad de alimentos por vez.
• Dividir
los alimentos en 6 comidas diarias en vez de cuatro, agregando una colación a
media mañana y media tarde.
• Adecuar
la cantidad de alimentos a la actividad física que se realiza.
• Beber
líquidos frescos periódicamente. Además de producir sensación de saciedad
contraen el estómago produciendo a la larga una reducción del mismo.
• Evitar
beber líquidos calientes, siempre deben consumirse tibios.
• Estos
consejos te ayudarán a reeducar tu estómago y a adquirir hábitos saludables
para aplicarlos como parte de un nuevo estilo de vida: más sano y libre de
toxinas.
Intestinos en forma, sinónimo de cuerpo liviano
Un
correcto funcionamiento intestinal es indispensable para mantener el peso y
conservar la salud. Pues aquello que no se elimina se acumula, y por ende
termina intoxicando al organismo. Para normalizar este órgano es preciso ir de
cuerpo las veces necesarias por día para evitar la acumulación de desechos
tóxicos. Y como todas las cosas, existen consejos útiles para lograr que eso
suceda:
• Masticar
bien los alimentos.
• Comer
de manera regular, en los mismos horarios y con la misma cantidad de comida.
• Beber
mucho agua diariamente.
• Consumir
mucha fibra (presentes en las frutas, verduras y cereales integrales).
• Realizar
ejercicios abdominales al levantarse.
• Tratar
de ir de cuerpo una vez al día, a la misma hora y si es posible después de
levantarse.
• Desayunar
jugo de naranjas (antes que otra cosa), pan integral con queso y leche desnatada.
• Debes
transformar estos consejos en hábitos cotidianos hasta conseguir un “intestino
en forma”. Aunque jamás deberías abandonarlos si deseas un organismo limpio y
puro de por vida.
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