lunes, 15 de julio de 2013

¿Ser o estar? Esa es la cuestión


 
Existe una diferencia sustancial entre la expresión “soy gorda” y “estoy gorda”. Quien asume la condición de “ser gorda” limita de antemano cualquier solución posible frente a su problema con el peso corporal. En cambio, quien asume la condición de “estar gorda” reconoce un problema y una situación temporal respecto a su propio peso corporal, que puede solucionar en cuanto tome la decisión de hacerlo.
Pensar en términos de “soy gorda” es asumir una realidad para toda la vida condenándose a la infelicidad y el fracaso por no conseguir un peso ideal y un cuerpo delgado. Pero las mujeres que piensan en términos de “estoy gorda” afrontan una realidad momentánea, un estado corporal que pueden cambiar si así desean hacerlo.

Las mujeres que padecen la enfermedad de la obesidad se identifican con la expresión “soy gorda”; pero si cambiaran la imagen que tienen de sí mismas y su actitud mental frente al espejo y la balanza, contribuirían para que los tratamientos médicos sean exitosos en su totalidad. Asimismo, las mujeres con sobrepeso ligero y moderado (de 5 a 20 kilos de más) suelen identificarse dentro del grupo de personas que se consideran gordas, bloqueando así toda solución posible y definitiva a sus problemas de peso. También las personas con comportamientos compulsivos y obsesivos relacionados con el peso y la comida se ven a sí mismas como gordas y no asumen el estado temporal de los “kilitos de más”. Estos comportamientos terminan convirtiéndose finalmente en serias enfermedades psicológicas y fisiológicas como la anorexia nerviosa y la bulimia.

Es importante establecer ahora la tercera premisa básica que fundamentalmente sirve para que la verdad objetiva se imponga ante tu actual desazón por tener kilos de más: “La gordura es un estado temporal del cuerpo porque el ser humano pertenece a una especie animal predestinada genética y naturalmente a tener una contextura corporal delgada”.

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