Una dieta saludable no sólo debe tener en cuenta la
distribución de las comidas y los tipos de alimentos, sino también la calidad
de los mismos. Esta calidad está determinada por diversos factores como el
proceso de conservación, la fecha de vencimiento y la forma de cocción, entre
otros.
Lo ideal es comprar diariamente productos frescos procedentes de cultivos orgánicos, que no han sido prácticamente procesados y poseen sus nutrientes intactos. Sin embargo, en raras ocasiones puedes contar con este tipo de alimentos, sobre todo en las tiendas comerciales y los supermercados.
Por eso, es necesario tener en cuenta algunas pautas que te permiten sacar el máximo provecho de los alimentos que tienes a tu disposición:
Elige siempre que puedas alimentos naturales y sin
procesar. Recuerda que las comidas y alimentos preparados han pasado por un
largo proceso de elaboración, lo que en gran medida les quita sus nutrientes
esenciales.
Consulta la etiqueta de los alimentos y trata de
comprar sólo alimentos de temporada cultivados en tu país. Los productos
importados no son tan frescos y naturales como se ven. En caso de no tener
etiqueta, solicita información del alimento antes de comprarlo (fecha de
vencimiento, aditivos, etc.).
Los mejores preparados son los que puedes hacer en
tu casa. Las “comidas para llevar” pierden sus propiedades cuando se cocinan y
luego se recalientan para consumir, incluso cuando están elaboradas con
ingredientes de primera calidad.
Efectos poco positivos
Un alimento elaborado puede parecerse mucho a uno
fresco, sobre todo en su sabor, color y textura. No obstante, los efectos del
envasado y procesado perjudican notablemente la calidad de sus nutrientes.
Optar por lo natural no es un capricho, es la mejor manera de preservar tu
salud.
Sin duda, lo más importante es saber qué contienen y qué no contienen los alimentos que puedes comprar. Aquí una lista de ellos:
Sin duda, lo más importante es saber qué contienen y qué no contienen los alimentos que puedes comprar. Aquí una lista de ellos:
- Las verduras enlatadas eliminan hasta un 35% de vitamina A, un 80% de vitamina E y un 20% de vitamina B6.
- Las frutas y verduras pueden perder más del 50% de su contenido de magnesio en el proceso de congelación.
- La elaboración del trigo puede reducir su cantidad de vitamina B5 hasta en un 60%. Y durante la molienda, lo cereales pierden hasta un 90% de folato.
- El proceso de curación de la carne reduce hasta en un 40% el contenido de vitamina B12. Por su parte, la carne congelada tiene 50% menos de riboflavina.
- Luego de 14 días, los alimentos congelados pueden perder hasta el 70% de vitamina E. Asimismo la vitamina B5 desaparece con la congelación.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario