viernes, 12 de julio de 2013

Antidieta: ¿Una alternativa para perder peso?



La antidieta es un plan alimentario propuesto por la medicina integrativa, y se basa fundamentalmente en un solo precepto: “la combinación de los alimentos”. Por eso no se la propone como una dieta, sino más bien como un estilo de vida para sentirse saludable y lleno de energía.
 
El objetivo principal de la antidieta es que la persona consiga su propio “peso ideal” a través de una polémica selección de nutrientes. Apunta principalmente a la pérdida de peso y si se sigue de manera consciente y estricta se pueden perder muchos kilos en un tiempo relativamente corto. Los precursores de este sistema de alimentación han sido Harvey y Marylin Diamond, a través de su libro “Fit for Life”, un bestseller hace más de 20 años atrás.
La clave de la "combinación de los alimentos" presupone el consumo de un sólo alimento concentrado por comida. Un alimento concentrado es cualquiera que no sea una fruta o una verdura (o sea carnes, cereales y todo tipo de comida preparada caliente, fría dulce y/o salada). Un ejemplo clásico sobre combinación es el pollo con patatas al horno; ¿qué tiene de malo esta comida?, pues nada si se consume el pollo y las patatas por separado. Es decir puede comerse un pollo al horno con ensalada de lechuga y tomates o zanahoria cruda rallada (hasta estar satisfecho), o las patatas al horno con una salsa natural. Lo mismo pasa con el pan con queso, deben comerse (según la antidieta) en forma separada y entonces ya no importará la cantidad. Además para bajar kilos rápidamente, se propone una desayuno frugal (no importa la clase ni la cantidad).

Las reglas de la combinación

La "incompatibilidad de caracteres" se da en la mesa más que en ninguna otra parte: lentas digestiones, pesadillas, flatulencias y otros disgustos son los platos que se tiran a la cabeza los alimentos que no pueden llevarse bien. En definitiva, tú eres quien paga los platos rotos a través de un malestar constante y un inminente exceso de peso.El secreto de la antidieta no está ni en la cantidad, ni en la calidad de los alimentos (al menos no en primer término), sino en la "combinación" de los mismos, desalentando un consumo mixto de macro nutrientes. La idea es que los hidratos de carbono no se junten con las proteínas o las grasas en un mismo plato. Se puede comer de todo, pero de manera separada, aprendiendo a combinar los alimentos de una nueva manera.
A continuación detallo una lista que resume gráficamente aquellas combinaciones "que deben evitarse", o sea alimentos que no deben ir nunca juntos en la misma comida, y mucho menos en el mismo plato. De esta forma se consigue la rebaja de peso:
• Ácido con almidón: Pomelo y banana. Limón y papa. Vinagre y arroz. Naranja y pan. Piña y castañas.
• Proteína con almidón: Además de los huevos y papas, no se debe mezclar la soja y arroz, garbanzos y pan, alubias y arroz, lentejas y arroz o pan y queso.
• Grasas con azúcares: Manteca y miel. Palta y dátiles. Aceite y melón. Coco y uva. Almendras y miel.
• Proteína con proteína: Lentejas y pollo. Garbanzos y queso. Leche y huevos. Alubias y almendras.
• Almidón y almidón: Papas y arroz. Arroz y avena. Banana y copos de trigo. Pan y castañas. Boniatos y castañas.

Desventajas de la “antidieta”

Aunque como sistema para perder peso, la antidieta es muy prometedora, detrás de ella se esconde una dieta vegetariana, ya que de alguna manera desalienta el consumo de carnes de todo tipo. Esto se deduce de su libro, el que se consideró en su momento como una revolución pero que no se pudo mantener en el tiempo.
Si bien es cierto que determinadas combinaciones de alimentos generan pesadez estomacal y lentas digestiones, no necesariamente son la causa del sobrepeso. La cantidad de alimentos (calorías) que uno ingiere a diario determina los problemas de sobrepeso y obesidad en la mayoría de los casos, sumado al desgaste calórico que uno lleva regularmente, como una manera de quemar las calorías consumidas evitando que se acumulen en forma de grasa corporal. Este aspecto es clave para bajar de peso y conservarse delgado a lo largo del tiempo. En este aspecto la antidieta es engañosa, porque uno cree que pierde peso sólo por la “combinación de los alimentos”, cuando en realidad los alimentos propuestos por la antidieta son mucho menos calóricos que los de una dieta habitual. Por ejemplo, el desayuno frugal es hipocalórico frente a un desayuno variado que proponga el consumo de cereales y leche. Y así sucede con el resto de los platos, ya que también se deja de lado el consumo de pan por una cuestión de “combinación”.
Personalmente he probado la antidieta hace muchos años atrás, y efectivamente conseguí un descenso de peso, pero luego la combinación me comenzó a resultar difícil de sostener en el tiempo, a la vez, que me limitó en el consumo de muchos preparados que realmente me apetecía consumir, como los emparedados o las carnes asadas con patatas. En definitiva descubrí que es posible perder peso y conservarse delgado sin someterse a un sistema de “combinación de nutrientes”, ampliando las opciones a la hora de sentarse a la mesa. Creo que la antidieta es un sistema de alimentación con un perfil claramente vegetariano y que cómo opción para eliminar kilos, es aceptable… sólo eso.

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