Conservar un peso corporal aceptable y evitar los
kilos de más suele ser mucho más sencillo de lo que realmente parece. Para ello
sólo es necesario tener en cuenta algunos consejos respecto a la alimentación
diaria. Así, cada vez que subas a la balanza, lo harás sin miedo y con la
tranquilidad de que aún no has perdido la línea. Aquí van los consejos:
- Bebe unos 2 litros de agua por día, preferentemente lejos las comidas. De esta manera eliminas las toxinas acumuladas y repones líquidos.
- Trata de no “pellizcar” bocados de comida durante el día, porque así ingieres más calorías de las necesarias. Respeta siempre las comidas principales y las colaciones.
- Incorpora lácteos desnatados (descremados). La leche y el yogur desnatado poseen la mitad de grasa que la versión entera.
- Modera al máximo el consumo de bebidas alcohólicas y carbonatadas (gaseosas). Recuerda además que la cerveza sin alcohol también posee una importante cantidad de calorías.
- Reemplaza el azúcar blanco por edulcorante sin aspartamo. Las infusiones sin leche y con edulcorante no aportan calorías extras a la dieta diaria.
- Por su elevado contenido calórico, algunas hortalizas y legumbres debes consumirlas en pequeñas cantidades, como las habas, los porotos y los alcauciles.
- Consume verduras crudas de hojas verdes en abundancia. Son ricas en vitaminas y minerales y sobre todo “no engordan”.
- Consume las variedades integrales de los cereales y el pan. Por ejemplo, el pan integral es bueno para evitar el estreñimiento.
- Consume variedad y cantidad de frutas. Aunque las uvas, los higos y las bananas contienen más calorías que otras, no son alimentos que por sí mismo generan sobrepeso.
- Escoge los pescados que contienen menos grasa. Por ejemplo, la merluza engorda menos que las sardinas.
- No abuses del té ni del café (no más de dos tazas por día). Estas bebidas no aportan ningún nutriente esencial y suelen alterar el sistema nervioso. Reemplázalas por infusiones de manzanilla, boldo, menta o anís.
- El queso es un derivado lácteo sabroso pero muy rico en grasa. Por eso debes elegir las variedades magras o semigrasas. Evita consumir quesos duros y de color amarillo.
- Los huevos hervidos se digieren lentamente y sacian el apetito, pero por su contenido de colesterol no debes consumir más de cuatro por semana. También son ideales prepararlos escalfados (tipo poché).
- Consume aceites vegetales con suma discreción. Recuerda que 100 gramos de aceite de oliva contiene 897 calorías.
- Condimenta los alimentos con jugo de limón, vinagre, mostaza, hierbas aromáticas y ajo. Poca sal y nada de preparados como la mayonesa y el ketchup.
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