La
valeriana (valeriana officinalis) es considerada el tranquilizante natural por
excelencia. A diferencia de los medicamentos convencionales, esta poderosa
hierba calma los nervios sin producir efectos secundarios.
En los últimos años las investigaciones realizadas han detectado unos productos químicos denominados valepotriatos que se encuentran en los extractos de valeriana. Al parecer estos productos deprimen el sistema nervioso, aunque la totalidad de la planta posee un efecto más sedante.
Las partes empleadas de la valeriana son la raíz fresca, raíz seca y su extracto en forma de tintura. La planta es de carácter picante, ligeramente amargo y fresco, constituida por aceite volátil, valepotriatos, alcaloides e iridoides. Actúa principalmente como tranquilizante, antiespasmódica, expectorante, diurética, calmante suave y carminativa; además reduce la presión sanguínea.
En los últimos años las investigaciones realizadas han detectado unos productos químicos denominados valepotriatos que se encuentran en los extractos de valeriana. Al parecer estos productos deprimen el sistema nervioso, aunque la totalidad de la planta posee un efecto más sedante.
Las partes empleadas de la valeriana son la raíz fresca, raíz seca y su extracto en forma de tintura. La planta es de carácter picante, ligeramente amargo y fresco, constituida por aceite volátil, valepotriatos, alcaloides e iridoides. Actúa principalmente como tranquilizante, antiespasmódica, expectorante, diurética, calmante suave y carminativa; además reduce la presión sanguínea.
Sus principales aplicaciones
La raíz
es la única parte que se utiliza de la planta de valeriana y se recoge en época
de otoño. Está recomendada para la tensión nerviosa, sobre todo para combatir
la ansiedad y el insomnio. Además fortalece el corazón y suele reducir la
presión sanguínea alta.
Por otro lado, su uso tópico es eficaz para las contracciones musculares y se emplea para acelerar la curación de heridas y ulceraciones. También puede utilizarse como expectorante y para calmar la tos nerviosa.
Por otro lado, su uso tópico es eficaz para las contracciones musculares y se emplea para acelerar la curación de heridas y ulceraciones. También puede utilizarse como expectorante y para calmar la tos nerviosa.
De
acuerdo al efecto que desee conseguirse, la valeriana se aplica de diferentes
formas:
- Infusión: Se toma para calmar ataques de ansiedad y trastornos del sueño como el insomnio.
- Maceración: Se maceran en una taza de agua fría 2 cucharadas de raíz troceada, preferentemente fresca, durante 10 horas. De eso resulta una bebida fantástica para combatir la ansiedad y el insomnio.
- Baño: Se utiliza la infusión o la maceración en un baño para las heridas y las ulceraciones crónicas. También es útil para extraer astillas debajo de la piel.
- Tintura: Se usa como sedante para combatir el insomnio. Conviene empezar con dosis bajas de 1-2 ml, para evitar dolores de cabeza, aunque a veces es necesario emplear más de 5 ml. También pueden añadirse unas gotas a los preparados contra tensión alta o ansiedad relevante.
- Compresas: Para aliviar calambres musculares se aplica una compresa empapada en tintura de valeriana sobre la zona afectada.
*Advertencias:
El uso prolongado de la planta y las dosis elevadas pueden producir cefaleas y
palpitaciones. Por eso no debe suministrarse por más de 2 o 3 semanas
ininterrumpidas.
Por otro lado, la valeriana potencia la acción de los hipnóticos, por lo que debe emplearse de manera separada.
Finalmente, existe otra planta denominada valeriana roja americana que carece de toda propiedad medicinal y nada tiene que ver con la valeriana que hemos descripto.
Por otro lado, la valeriana potencia la acción de los hipnóticos, por lo que debe emplearse de manera separada.
Finalmente, existe otra planta denominada valeriana roja americana que carece de toda propiedad medicinal y nada tiene que ver con la valeriana que hemos descripto.
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