Se recomienda consumir el bulbo crudo ya que suele perder hasta el 90 por ciento de sus propiedades durante la cocción. Sin embargo, el ajo cocido es más digerible que crudo y su aroma menos penetrante. Muchas recetas sugieren una cocción ligera (salteado en aceite) para aromatizar ciertos preparados y disfrutar así de sus increíbles propiedades.
Principales propiedades del ajo
• Por sus componentes sulfurosos disminuye el colesterol y previene el desarrollo de peligrosas enfermedades, tales como la arteriosclerosis.
• El ajo es un excelente reductor de los índices de presión sanguínea y disminuye la formación de fibras en el sistema vascular.
• Este benéfico bulbo refuerza el sistema inmunológico, evita la inflamación y sus extractos se han demostrados muy útiles para combatir diferentes infecciones, especialmente las de las vías respiratorias.
• Las inyecciones de extractos de ajo han dado resultados muy positivos en los tratamientos contra cánceres de nariz, garganta y sistema linfático.
Diferentes variedades
Según el tipo de tallo:
• Ajo de cuello duro: El tallo posee floración y genera hijuelos.
• Ajo de cuello blando: Debido a que no produce hijuelos, tienen mejor rendimiento, ya que sólo utilizan la energía para la producción del bulbo. También resisten períodos de almacenamiento más prolongados en comparación con el ajo de cuello duro.
Según la coloración:
• Ajo blanco: Aptos para el consumo en seco.
• Ajo rosado o morado: Generalmente son más tempranos en su maduración que los blancos.
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