sábado, 21 de diciembre de 2013

¿Por qué beber agua suele caer pesado al estómago?


 
Nadie discute la importancia que tiene el agua para nuestro organismo. Sin embargo, beber grandes cantidades de agua potable o mineral puede ser un verdadero problema para nuestro estómago, ya que no consigue absorberla con rapidez y facilidad. Y aunque la mayoría de las dietas recomienda beber hasta ochos vasos de agua por día, está práctica puede reemplazarse con ciertos hábitos alimenticios más saludables.
En principio, la necesidad de beber agua puede disminuir notablemente si se consumen más alimentos con alto contenido de agua. En otras palabras, los que beben ocho vasos de agua por día lo hacen generalmente porque los alimentos que comen no están proporcionándoles toda el agua que el organismo necesita. Al seguir una dieta con predominio de alimentos concentrados (todos aquellos que no son ni frutas ni verduras crudas), el cuerpo está continuamente clamando por agua, y se expresa a través de una continua sed (sobre todo después de comer). En cambio, si se consumen alimentos con un alto contenido de agua, la sed disminuye y no es necesario obtener el agua en forma separada de la comida. 

Una cuestión de absorción

El agua de vertientes no es la ideal para el cuerpo humano porque contiene minerales inorgánicos que nuestro organismo no puede utilizar ni eliminar. Estos minerales inorgánicos tienden a combinarse con el colesterol en el sistema y a formar una gruesa placa en las arterias. En cambio, el agua destilada u orgánica no tiene ese efecto. Cuando comemos un trozo de fruta o una verdura, estamos consumiendo agua destilada. La planta destila los minerales tomados del suelo, y después nosotros los consumimos. Por ello, es sumamente importante incorporar grandes cantidades de frutas y verduras crudas a la alimentación diaria; así el organismo obtiene el agua que necesita para cumplir con todos sus procesos fisiológicos. En cambio, beber agua potable o mineral resulta una pesada carga para el estómago ya que no la puede digerir con rapidez y facilidad.
Por otra parte, el agua ejerce un papel fundamental en la eliminación de los desechos tóxicos. Y aunque parezca increíble, la única manera de cumplir con este objetivo es a través del consumo de alimentos que tengan un elevado contenido de agua. Pues la desintoxicación del organismo no se consigue plenamente bebiendo agua mineral o potable, porque el agua para beber no es portadora de las enzimas y de otros elementos indispensables para la vida, que el cuerpo necesita y que se encuentra sólo en el agua contenida en las frutas y verduras crudas.

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