martes, 24 de diciembre de 2013

Dime cómo cocinas y te diré que tan saludable estás



Ninguna manera de cocinar es realmente superior a las demás. Sin embargo, esto no implica que la elección que puedas hacer entre una u otra sea indiferente. Lo cierto es que para cada momento y para cada alimento existe un modo de cocción ideal. Pero a nivel salud, ciertas maneras de cocinar están más recomendadas que otras; por ejemplo, las verduras al vapor son más nutritivas que las verduras salteadas, las carnes asadas son más digeribles que las hervidas y los huevos pasados por agua son más sanos que los huevos fritos.
A grandes rasgos, las distintas formas de cocción pueden dividirse en dos categorías: las cocciones secas y las húmedas. La cocina seca (al horno, a la plancha y la frita) tienen la característica de encoger los alimentos y eliminar parte del agua que contienen. Por otra parte, las preparaciones en medio húmedo (cocción con agua y al vapor) permiten que los alimentos conserven la mayor parte del líquido que poseen.
A la hora de cocinar, debes tener en cuenta que es más saludable que los alimentos estén en su punto, más bien poco cocidos que pasados, para que no pierdan sus propiedades nutritivas. Recuerda siempre que la cocina sana requiere de cierto tiempo: es mejor preparar los alimentos lentamente y con una temperatura moderada. Cuando cocines con agua, aprovecha los caldos de cocción (sobre todo los de las verduras) para elaborar guisos y sopas e incluso para beberlos como consomé. 

Tips útiles para una cocina saludable

• Son necesarias al menos 3 sartenes de diferentes tamaños. A la hora de limpiarlas, dejarlas en remojo para que la grasa se ablande y así no tendrá que frotarlas con demasiada fuerza.
• Cuando esté cocinando ponga en el agua un trozo de limón para evitar que las ollas se vuelvan negras.
• No guarde nunca las sobras en un recipiente de aluminio, ya que deja sabores extraños. Elija para ello uno de acero inoxidable.
• Además de las pinzas para dar la vuelta, espumaderas, cucharas y tenedores de madera, tenga también visibles diferentes tipos de escurridores y coladores.
• Hay miles de trucos para recuperar un caldo: si quedó demasiado grasoso, páselo por un colador donde habrá colocado unos cubitos de hielo; si el problema es que está turbio, vuélvalo transparente añadiendo una clara batida ‑no tiene que llegar al punto de nieve‑ y si está agrio, eche dentro de la olla una brasa de carbón de madera y sáquela algunos minutos más tarde.
• Si en el guiso que preparó hay un exceso de grasa, puede remediarlo fácilmente agregando una rebanada de pan, que la embeberá.

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