sábado, 21 de diciembre de 2013

Alimentos fríos o calientes: Una cuestión de energía



El cuerpo es el fiel reflejo de lo que comemos y respiramos y esta modelado por los sentimientos y lo que pensamos. La medicina oriental utiliza este precepto y profundiza la idea de la alimentación fría o caliente de acuerdo a los conceptos de Yin y Yang. Los alimentos Yin son aquellos que tienen una energía fría, quieta, húmeda. Por su parte, los alimentos Yang, tienen una energía caliente, en movimiento y seca. Existen además alimentos equilibrados, que tienen igual proporción Yin y Yang.
El cereal tiene igual proporción Yin y Yang. La sal es el alimento más Yang y el azúcar y los edulcorantes sintéticos los más Yin. Cuando enfriamos un alimento sus moléculas se aquietan, vibran menos, por lo tanto lo transformamos en Yin. Así es como los chinos adaptan su alimentación según si el clima es húmedo o seco, empleando un criterio totalmente diferente al de los occidentales. De esta forma se aseguran un equilibrio en su salud física y mental controlando el consumo de alimentos húmedos o secos de acuerdo a la región donde vivan. 

Macrobiótica: El equilibrio gastronómico

La macrobiótica no es más que un estilo de vida de raíces orientales que considera a la alimentación como parte fundamental de la salud tanto física como mental. Según los fundamentos macrobióticos, una alimentación sana y equilibrada promueve un espíritu positivo y un carácter generoso. En cambio, un estado de desnutrición o sobrealimentación no puede más que crear una personalidad negativa y carente de estímulos. Por eso, la macrobiótica propone encontrar una dietética saludable, higiénica y equilibrada que favorezca a nuestro organismo, serene el espíritu, tranquilice el sistema nervioso y nos dé la energía necesaria para enfrentar los problemas diarios con una mejor actitud.
El secreto de la alimentación macrobiótica consiste en descubrir el equilibrio perfecto entre las energías Yin y Yang de los diferentes ingredientes que usamos en cada comida. Otra cosa que no descuida es la relación que se establece entre los alimentos y las estaciones del año. En los meses más calurosos debemos consumir alimentos Yin, que por ser de tipo «frío» equilibran mejor la dieta. En cambio, durante el invierno debe darse preferencia a todo lo Yang, puesto que proporciona calor y energía.
Los alimentos Yin más importantes son las frutas, verduras de hoja, semillas, tofú (queso de soja), jugos de frutas y verduras, jaleas sin azúcar, malta de cebada (reemplaza el café), lácteos de todo tipo y azúcar. En cambio, los que poseen energía Yang son los cereales enteros, harinas, pastas, panes, verduras de raíz, patata, zanahoria, cebolla, huevo, pescados y mariscos, toda clase de carnes (rojas y de aves), legumbres y sal.

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