viernes, 20 de diciembre de 2013

3 ejercicios para fortalecer el torso



Un torso robusto y bien definido no sólo es sinónimo de masculinidad, sino también de salud y bienestar. Aunque sólo luce en épocas de calor, el torso es tan importante para los hombres como las piernas y la cola los son para las mujeres. Los músculos del torso compuestos por los pectorales y los abdominales cumplen una función primordial: proteger los órganos del cuerpo (desde el corazón hasta los intestinos) y actuar en momentos donde una fuerza máxima es requerida (como levantar una carga pesada).
Existe una innumerable cantidad de ejercicios físicos que trabajan los músculos pectorales y abdominales, pero sólo tres pueden darte una fuerza suprema en estas zonas. Por eso, si deseas construir un torso de acero debes llevar a cabo diariamente los siguientes ejercicios. Comienza la primer semana con tres series de 10 a 15 repeticiones cada uno, y luego incrementa la cantidad gradualmente semana tras semana. Con el tiempo verás como tu cuerpo se transforma hasta llegar a conseguir un torso de súper hombre. Qué esperas, ¡comienza ya a entrenar!

1. Elevación de tronco con brazos extendidos:
Acostados boca arriba sobre el suelo (puedes utilizar una colchoneta), con las piernas ligeramente flexionadas y con los brazos extendidos al costado del cuerpo. Eleva tu tronco concentrando toda la fuerza en los abdominales de manera tal que puedas alcanzar los pies con la punta de los dedos de la mano mientras inhalas el aire por la nariz. Luego vuelve lentamente a la posición inicial exhalando el aire por la boca. Como variante puedes descender sin llegar a tocar el suelo y repetir el ejercicio de esa forma.

2. Encogimientos abdominales con movimiento de piernas:
Acostados boca arriba sobre el suelo (puedes utilizar una colchoneta), con las piernas flexionadas, y las manos detrás de la nuca. Realiza una contracción abdominal (encogimiento) despegando la nuca y los hombros del suelo junto con  la parte superior de la espalda, tratando de mantener siempre el mentón pegado al pecho (para evitar tensiones en el cuello), al mismo tiempo que levantas la pierna derecha del suelo llevando la rodilla en dirección a tu cara. En este movimiento debes inhalar el aire por la nariz. Luego regresas lentamente a la posición inicial exhalando el aire por la boca y repites alternando el movimiento de las piernas.

3. Flexiones de brazo con pierna suspendida: Con el cuerpo completamente extendido boca abajo (sin que el pecho llegue a tocar el suelo), los brazos flexionados al costado del cuerpo (en posición de lagartija), y la pierna derecha suspendida a unos centímetros del suelo. Asciende el tronco mientras estiras los brazos hasta que permanezcan derechos, siempre conservando la pierna suspendida. Luego desciende flexionando los brazos y tratando de que el tórax casi toque el piso. Mientras asciendes debes inhalar el aire por la nariz, y al descender exhalarlo por la boca. Repite la serie alternando la posición de las piernas.

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