lunes, 30 de diciembre de 2013

Flexiones de brazo: Un ejercicio físico para todos



Las flexiones de brazo son quizá uno de los movimientos físicos más beneficiosos para la parte superior del cuerpo. Es un ejercicio muy fácil de llevar a cabo y no requiere de ningún aparato. Principalmente en las flexiones de brazos trabajan los músculos del tórax (pectorales y dorsales), de los hombros (deltoides) y de los brazos (tríceps y flexores).  Existen más de 50 variedades de flexiones de brazos, pero sólo tres sintetizan los principales efectos que pueden derivarse de ellas. Conócelas una por una e incorpora la que más te guste a tu programa de ejercicios.

Flexiones de brazo «lagartijas» (para fuerza y desarrollo muscular):
Este ejercicio está indicado para personas que desean fortalecer los músculos del tórax y los brazos.
Con el cuerpo extendido boca abajo (a unos centímetros del suelo) y los brazos a los costados flexionados (en posición de lagartija), asciende mientras estiras los brazos hasta enderezarlos completamente; luego desciende flexionando los brazos y tratando de que el tórax casi toque el piso. Mientras asciendes de forma lenta aspira profundamente aire por la nariz, y al descender exhala el aire por la boca.

Flexiones de brazo en «posición banco» (para tonicidad muscular):
Esta modalidad es ideal para mujeres que desean endurecer sus músculos pero sin aumentar el volumen. Con el cuerpo ubicado en forma de banco sobre el piso: las piernas flexionadas, el torso levemente inclinado en dirección al suelo y los brazos flexionados al costado del cuerpo. Asciende el torso mientras estiras los brazos hasta extenderlos completamente mientras inhalas el aire por la nariz. Luego vuelve lentamente a la posición inicial exhalando el aire por la boca. Para proteger las rodillas, realiza el ejercicio sobre una colchoneta suave y en el descenso puede despegar unos centímetros la parte inferior de la pierna del suelo (para evitar una tensión en la columna).

Flexiones de brazo «estilo buceo» (para concentración y resistencia corporal):
Es un ejercicio muy bueno para incluirlo en sesiones de meditación corporal y física, ya que el movimiento permite adquirir un total control sobre los músculos del tórax y los brazos. Boca abajo con el cuerpo arqueado, la cola levantada, los brazos estirados delante de la cabeza, las piernas sobre el piso y la cabeza mirando hacia delante. Inclina todo el cuerpo hacia delante y abajo (como si te sumergieras) flexionando los brazos y adoptando la posición de lagartija. Luego estira los brazos mientras balanceas el torso hacia adelante sin mover las piernas y de manera que la cabeza supere la posición de los brazos. Regresa a la posición inicial.

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