martes, 21 de enero de 2014

Ronquidos: Para prestarles atención



En algún momento de su vida, más del noventa por ciento de las personas ronca. Más aún, una de cada cuatro lo hace periódicamente. Pero en realidad, lo que nadie reconoce es que el ronquido se produce por una alteración fisiológica. A diferencia de las antiguas creencias, las investigaciones científicas han demostrado que cuanto más se ronca menos se descansa. Se puede dormir profundo mientras se ronca, pero eso no implica dormir bien.
Aunque los ronquidos parecen algo natural, en ciertos casos pueden ser muy peligrosos para la salud. Tal es el caso de los ronquidos que provocan una especie de asfixia que responde al trastorno de “Apnea Obstructiva del Sueño”, y que sólo puede ser determinada a través de una consulta médica. Por eso, la mejor forma de conocer la clase de ronquidos que una persona produce mientras duerme, y asegurarse de que no hay peligro de apnea, es que haya un observador a su lado. Si bien es bastante molesto dormir con una persona que ronca, observarla directamente puede salvarle la vida. 

Las causas del ronquido

Existen muchos factores que producen un ronquido. Pero las causas más frecuentes pueden dividirse en las siguientes categorías:
• Mecánicas: el ronquido se produce por las obstrucciones del lugar de paso del aire. Por ejemplo, pólipos en la nariz, desviaciones del tabique nasal, procesos alérgicos o simplemente mucosidad que dificulte el tránsito del aire. También puede afectar un paladar del tipo ojival, tejido adenoideo (amígdalas grandes) o una lengua mayor de lo que sería proporcional a la persona. También trastornos como la hipertrofia amigdalina, patología en la que se produce un aumento en el tamaño de la amígdala a una magnitud tal que termina obstruyendo el pasaje de aire tanto por la boca como por la nariz.
• Morfológicas: Son los casos en que influye directamente la forma de la cara, especialmente en casos de retrognatia (mandíbula inferior muy retraída) o micrognatia (mandíbula inferior muy pequeña). Esta clase de maxilares tienden a desplazarse hacia atrás en el sueño, cerrando el paso del aire y produciendo un molesto ronquido.
• Corporales: En este caso se trata de un exceso de peso (sobrepeso u obesidad). Aunque parezca increíble, es una de las causas que más inciden en los ronquidos, porque el sobrepeso suele manifestarse en la musculatura abdominal y del cuello (úvula, faringe, velo del paladar). Al volverse más fláccidas, se cierran con más facilidad, e interrumpen el paso del aire.

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