lunes, 27 de enero de 2014

Alimentos más seguros y menos naturales



En general, para prevenir y tratar infecciones en animales comestibles se utilizan antibióticos. En algunos países se administran hormonas al ganado de carne y a los pollos de corral para promover el crecimiento, y tal vez a las vacas de leche para promover la producción de la misma. Los pesticidas se emplean para salvaguardar los cultivos de los mohos, malas hierbas y otras plagas. El nivel de pesticidas, antibióticos y otros productos químicos empleados en la producción de alimentos es controlado por organismos oficiales, aunque muchas personas consideran que los niveles recomendados son demasiado elevados.

Lo cierto es que un alimento procesado debe cumplir ciertos requisitos antes de su venta, y estos requisitos tienen que ver específicamente con los componentes que utilizan los productores para preservar la calidad nutritiva de los mismo. Por ejemplo, los conservantes son necesarios para que el alimento procesado conserve su frescura y no se descomponga, pero no necesariamente los colorantes, ya que éstos sólo resaltan el color del alimento. 

Efectos nocivos de alimentos naturales

Por otro lado, un alimento natural no implica necesariamente que sea cien por ciento seguro para nuestro organismo. Algunos alimentos contienen toxinas de origen natural. Por ejemplo, el consumo de grandes cantidades de las partes verdes, ojuelos y brotes de la papa puede provocar diarrea, dolor de estómago, problemas respiratorios o incluso trastornos más severos y hasta mortales. Por su parte, las legumbres contienen hemaglutininas, venenos naturales que se degradan si los granos se hierven durante 20 minutos, pero provocan una grave enfermedad si se ponen a remojar y no se cocinan. También algunos condimentos como la nuez moscada, el macis y el eneldo contienen sustancias tóxicas que, en grandes cantidades, puede provocar vómitos y cólicos. 

Hacia una alimentación artificial

La manipulación genética de los alimentos consiste en trasladar un solo gen de una especie a otra para producir cultivos con nuevas características, tales como una mayor resistencia a los virus, hongos o insectos. En los animales criados para carne, la biotecnología puede ayudar con el desarrollo de nuevas vacunas y la producción de animales resistentes a las enfermedades y a los parásitos. Aunque la regulación de los cultivos denominados transgénicos (modificados en su genética) es estricta, existe la preocupación de que no se haya realizado suficiente control en esta área. Lo ideal es conocer de antemano si el alimento que deseamos consumir es transgénico o simplemente procesado.

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