viernes, 17 de enero de 2014

Radiografía de los productos lácteos



Los productos lácteos siempre han sido considerados por el hombre como alimentos imprescindibles para su desarrollo y crecimiento. Sin embargo, hay quienes creen que no son necesarios y que sus propiedades pueden obtenerse de otras fuentes, como los vegetales y las frutas. Más aún, el argumento que utilizan tiene mucho de sentido común: el hombre es el único ser animal que consume leche después del destete, y encima de otros animales (como las vacas y las cabras).
Así y todo, los nutricionistas consideran a los productos lácteos como una parte esencial de la dieta equilibrada, y reconocen los importantes efectos que producen sobre la salud de nuestro organismo. Tan sólo resta analizarlos uno por uno, saber qué contienen y  por qué deben incluirse en nuestra alimentación. 

Leche: La leche de vaca desnatada tiene menos de la mitad de grasa que la leche entera. Para preparar leche desnatada se extrae toda la grasa, y como las vitaminas D y A son solubles en grasa, éstas también se eliminan. Dentro de lo usos tradicionales, la leche de vaca se prescribe con frecuencia en la medicina china para una constitución débil y para los que necesitan desarrollarse. La leche de cabra se recomienda para los trastornos gástricos. En Occidente, la leche se recomienda para quienes padecen úlcera de estómago o malestar gástrico. También se considera buena para reconstituir a los convalecientes y para los ancianos.
Nata (Crema de leche): La nata es la parte grasa de la leche, que se separa de la parte acuosa cuando se deja reposar la leche. Para preparar comercialmente crema líquida, estas dos partes se separan aún más. Por otro lado, la crema fresca es crema mezclada con crema agria. EL contenido de grasa de las versiones entera y semidescremada es elevado.
Yogur natural: Todo el yogur se fabrica con cultivos bacterianos "vivos" en leche. El yogur casero no se hace con calor, como el pasteurizado, ya que esto mata todas las bacterias que son beneficiosas para el
sistema digestivo.
Quesos semiduros y blandos: Después de separar la leche en cuajada y suero, por la acción del cuajo, los grumos sólidos se comprimen para crear los quesos duros y semiduros, tales como el cheddar y el fontina. Por su forma, el queso de cabra también puede considerarse un queso semiduro. Por su parte, los quesos blandos se preparan del mismo modo que los quesos duros y semiduros, salvo que los grumos no se comprimen. Ejemplos de quesos blandos son el fresco o cremoso, el brie y el camembert.
Requesón (Ricota): Puede considerarse una especie de queso blando que conserva más parte acuosa de la leche que el queso curado, y tiene un sabor algo dulce. Se puede utilizar en la cocina como alternativa baja en grasa al queso cremoso.
Manteca: La manteca contiene un mínimo de ochenta por ciento de leche. El color de la manteca depende de la cantidad de caroteno presente en el pienso de la vaca. Posee gran cantidad de grasa animal, por eso es poco recomendada en las dietas para bajar de peso.

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