martes, 21 de enero de 2014

Cuando roncar es peligroso



En general, la mayoría de los ronquidos no indican ningún peligro. Sin embargo, es importante determinar su condición y origen para saber a qué atenerse. Y esto es sencillo, basta con observar al roncador mientras duerme, siguiendo ciertas pautas. De acuerdo a la situación en la que duerme una persona que ronca, existen dos formas para saber  si roncar puede ser un peligro o no; de serlo, la consulta al médico debe ser urgente e impostergable. 

Para personas que duermen en pareja

Es necesario que la pareja observe al roncador para evaluar la clase de ronquido. En principio, no importa la intensidad o levedad del ronquido, lo que hay que observar es su continuidad. Por momentos, la respiración del durmiente cesará por menos de diez segundos. Esto es normal se denomina "pausa respiratoria" y suele darse en ciertas fases del sueño. Esto no implica ningún riesgo para la salud. De hecho, indica que se trata de un ronquido benigno que, en esta etapa al menos, no traerá riesgos para la salud del afectado.
Si se observa que la persona deja de respirar durante más de 10 segundos (retomando generalmente con una gran bocanada de aire), puede existir un problema más serio que un simple ronquido. Lo mejor es, entonces, controlar durante media hora a la persona durmiendo a fin de saber la frecuencia e intensidad de esas interrupciones de la respiración. Aquí lo ideal es controlar al roncador durante la segunda hora de sueño (es decir, hay que dejar pasar más de una hora desde que se durmió). Para la prueba sería útil que esa noche la persona hubiera cenado generosamente. Si durante esa media hora de observación se comprueba que el durmiente no respira durante más de 10 segundos en tres o más ocasiones, se debe acudir al médico con urgencia, pues una noche sin control puede ser fatal para la persona que ronca. 

Para personas que duermen solas

Es necesario registrar si se padece alguna de estas consecuencias de los supuestos ronquidos durante el día: mucho sueño a lo largo del día, sensación de cansancio y fatiga, falta de concentración, falta de memoria y agotamiento mental. De ser así, se puede pedir a un amigo o familiar que realice la comprobación explicada anteriormente, o bien grabarse a sí mismo con la ayuda de un casete, y luego hacerlo escuchar al médico especialista.
También se puede filmar durmiendo; esto sería de gran ayuda para conocer la conducta nocturna. En este caso, la persona debe dormir sin taparse, para que se puedan apreciar sus movimientos respiratorios. Este método suele utilizarse mucho en niños roncadores, y por supuesto en adultos. La gran ventaja que tiene este método de observación es que se obtiene en forma rápida una primera apreciación del diagnóstico definitivo. Si de todos modos, por razones diversas, no se consigue determinar con exactitud las paradas respiratorias, es necesario recurrir al médico para disipar cualquier inquietud.

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