sábado, 11 de enero de 2014

Bajo la lupa: El mejor ejercicio para "glúteos"



Los glúteos son los músculos que componen la cola, y por su fisonomía pueden considerarse uno de los más grandes de todo el cuerpo. Cada parte se divide en dos: glúteo medio y glúteo mayor. En general, los trabajos físicos para glúteos involucran a otros músculos como el bíceps femoral (ubicado en la parte posterior del muslo) y el aductor mayor (situado entre las piernas). Y aunque existen muchos movimientos que benefician los músculos de la cola, sólo uno se considera superior: la elevación de pelvis en el suelo. Este ejercicio es sumamente sencillo, no requiere de ningún aparato y pueden practicarlo personas de ambos sexos y todas las edades. Prácticamente todos los programas fitness incluyen la elevación de pelvis como ejercicio indispensable para modelar los glúteos. 

Claves de un ejercicio fantástico

La elevación de pelvis en el suelo trabaja principalmente los glúteos mayores y permite conseguir un volumen muscular armonioso y definido. El secreto está en la contracción que se lleva  a cabo durante la posición final del ejercicio, que permite percibir un trabajo concentrado y localizado en la zona de la cola. A diferencia de otros movimientos físicos, la elevación de pelvis produce un efecto directo sobre los glúteos e indirecto sobre los muslos.
Por otra parte, como el ejercicio se lleva a cabo sin ningún tipo de sobrecarga, es necesario considerar un trabajo extensivo que incluya un mayor número de series y repeticiones. Asimismo, puede aumentarse su intensidad congelando el movimiento justo en la mitad del recorrido, manteniendo la posición unos segundos extras. Así, la contracción muscular aumenta y por ende se potencian sus resultados.



Cómo se realiza la “elevación de pelvis”

Desde una posición inicial hasta una posición final (ver gráficos), el ejercicio es muy fácil de llevar a cabo. Acostados boca arriba, brazos estirados paralelos al cuerpo con las manos abiertas apoyadas en el suelo y las piernas flexionadas una pegada a la otra. Despega la cola del suelo elevando la pelvis mientras haces fuerza con los pies y conservas intacta la posición de los brazos. En este movimiento debes inhalar profundamente el aire por la nariz. Conserva la posición dos segundos y regresa lentamente a l punto de partida apoyando nuevamente la cola sobre el piso y relajando los pies, al tiempo que exhalas el aire por la boca. Al principio no debes forzar los movimientos, la flexibilidad del ejercicio surgirá lentamente.


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