jueves, 9 de enero de 2014

Complementos dietéticos y dieta equilibrada



Mucho se habla de los complementos dietéticos, y hasta se cuestiona su verdadera utilidad dentro de la dieta alimentaria. Sin embargo, los nutricionistas señalan que son de suma utilidad cuando existen deficiencias de nutrientes que no pueden cubrirse con el consumo de alimentos. En general, los complementos considerados “saludables” son aquellos compuestos de vitaminas, minerales, oligoelementos específicos o proteínas.
A diferencia de algunas medicinas, los complementos dietéticos no deben considerarse como una solución instantánea. El cuerpo necesita un suministro constante y regular de nutrientes, preferiblemente de la dieta, o bien de complementos, para el metabolismo y el crecimiento y reparación de los tejidos corporales, ya que no todos los nutrientes son almacenados en el cuerpo. Para quienes no pueden comer una dieta variada, los complementos dietéticos pueden formar parte de una rutina regular a largo plazo. Es importante darse cuenta de que, aunque los complementos pueden ayudar a proteger contra algunas enfermedades y facilitar la recuperación, no siempre pueden curar las enfermedades por sí solos. 

Complementos dietéticos vs. variedad alimenticia

A nivel nutricional, el ser humano necesita comer una dieta lo más variada y equilibrada posible para atender a sus necesidades nutritivas. Los complementos son útiles para "tapar huecos" si no es posible consumir habitualmente una dieta equilibrada por falta de acceso a los tipos adecuados de alimentos, o cuando las necesidades nutritivas aumentan en determinadas épocas de la vida, o como consecuencia de una enfermedad. Los complementos aportan micronutrientes, pero no pueden sustituir a los macronutrientes de la dieta, es decir, los componentes que incluyen los carbohidratos, las grasas y las proteínas.

Por otro lado, existe un riesgo de sobredosis de complementos que no se compara para nada con un exceso de comida. Lo que en la dieta puede darse como “atracón de comida” tiene consecuencias limitadas frente al consumo desmedido de ciertos complementos, ya que en cantidad excesiva puede tener efectos muy nocivos para la salud. Por ejemplo, un consumo excesivo de complementos de vitamina A puede provocar lesiones óseas, pérdida del pelo, doble visión y vómitos. En las mujeres gestantes, puede provocar defectos congénitos en el feto. Además el exceso de vitamina B1 puede provocar dolor de cabeza, insomnio, irritabilidad, pulso rápido y debilidad general; mientras que debe evitarse e1 consumo de vitamina D por encima de la dosis recomendada en los niños pequeños, ya que puede perjudicar su normal crecimiento.

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