viernes, 28 de marzo de 2014

Trabajar el cuerpo para vivir mejor



A medida que se modifica el concepto sobre nuestra imagen corporal , también crecen las expectativas con respecto a nosotros mismo y a nuestros objetivos. Es decir que a partir de un cambio externo, existen más posibilidades de darnos cuenta de que podemos obtener más cosas de las que tenemos, y más allá del aspecto material. Comenzamos a sentir la sensación de tener el control sobre nuestra propia vida y a ver que es posible modificar tal o cual situación. Por lo tanto tenemos más energías para encarar una búsqueda laboral, pedir un aumento de salario o retomar algún estudio que hemos dejado de lado.

Los efectos psicológicos del entrenamiento físico actúan en nosotros de una forma casi mágica: demuestran que es posible conquistar el propio cuerpo y que es posible hacer lo mismo con la vida personal. Asimismo, la actividad física modifica positivamente la manera de relacionarnos con los demás y, por lo tanto, podemos conseguir vínculos más sólidos en los que podamos interactuar con total comodidad. Todos estos cambios internos, sin dudas abren las puertas a mejores oportunidades personales, debido a que aprendemos a relacionarnos con los demás, con nosotros mismos y con el nuestro entorno de manera positiva y optimista. 

Combatir el estrés y vivir más

Las preocupaciones, el estrés y las tensiones cotidianas se acumulan paulatinamente en diferentes lugares del cuerpo y de la mente, manifestándose en forma de pensamientos negativos, ideas irracionales, contracturas, dolores musculares, dolor de espalda y otras afecciones que no nos molestan, sino que además nos absorben una valiosa energía.

En cambio, cuando dedicamos unos minutos diarios a nosotros, dejamos de lado el estrés y cultivamos una actitud diferente frente a los problemas. Pues la ejercitación física es en sí misma una forma de liberar tensiones y nos ofrece la posibilidad de detener parcialmente los pensamientos, ya que nos obliga a concentrar todo nuestro esfuerzo físico y mental sobre los ejercicios. Por otra parte, la reacción química que se produce, a través de la liberación de endorfinas, nos provee una sensación de bienestar tanto psíquica como física.

Por otra parte, el entrenamiento físico adecuado nos permite desarrollar y modelar los músculos caídos, mejorando nuestro tono muscular y nuestra imagen corporal total. Si a esto le añadimos el aumento de la energía, la densidad ósea y la mejora en la postura, obtenemos un cuerpo revitalizado y atractivo. Así, podemos conservarnos jóvenes y saludables por más tiempo, con una fuerza y un poder interior ampliamente positivo.

1 comentario:

  1. Creo que felicidad y bienestar corporal van de la mano. Es dificil ser feliz si no se tiene buena salud.

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