miércoles, 19 de marzo de 2014

Olvídate del mal aliento y sonríe feliz



El mal aliento o halitosis es un trastorno que padecen muchas personas y que se origina por diversos factores. En general, una inadecuada higiene bucal y la escasa revisión de la dentadura por parte de un profesional son los elementos que más promueven un aliento desagradable y poco estético.  Asimismo, los problemas digestivos también suelen ser el desencadenante de halitosis. En cuanto a los dientes, es preciso recibir una limpieza profunda o llevar a cabo tratamientos preventivos con cierta periodicidad. Una higiene ineficiente provoca el desarrollo de caries e infecciones en las encías que potencian el problema. Sin embargo, si un problema de mal aliento persiste más allá de los cuidados, puede denotar otras enfermedades como bronquitis, diabetes, sinusitis, enfermedades hepáticas, estreñimiento, entre otras. En estos casos es necesario acudir al médico.
El mal aliento puede desencadenar serios trastornos en quien los padece, y ya no desde un punto de vista fisiológico, sino más bien social. Cuando existe un problema de halitosis, el contacto con otras personas suele transformase en un hecho conflictivo, generando así el aislamiento en quien lo padece. A raíz de esto, muchas personas intentan medidas paliativas, disimulando transitoriamente el problema pero sin erradicarlo de manera definitiva. 

Consejos para transformar el aliento

• Evita las bebidas con cafeína (café, té y gaseosas) y las bebidas alcohólicas, ya son productos que producen mal aliento. Lo mismo sucede con el cigarrillo; intenta dejarlo y veras como cambia tu boca.
• Consume abundante agua mineral, sobre todo después de las comidas. Esto favorece la eliminación de toxinas del cuerpo favoreciendo la frescura de la boca.
• Si padeces de sequedad bucal, consume ocasionalmente caramelos de menta o chicles sin azúcar. Estos productos estimulan la producción de saliva y favorecen la humedad bucal.
• Realiza una visita al dentista al menos dos veces por año. Dejarse estar puede profundizar el problema de mal aliento. Si luego de una limpieza, la halitosis continua, consulta a tu médico.
• Higieniza profundamente los dientes después de cada comida. Además del cepillado, utiliza el hilo dental para eliminar los restos de alimentos entre dientes. También emplea el enjuague bucal para eliminar la placa bacteriana que se forma en los dientes.
• Sigue una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y cereales integrales. Una persona bien alimentada tiene un aliento fresco. Además, si consumes fibra evitas el estreñimiento y el cuerpo elimina todas las toxinas acumuladas. No comas ajo ni cebolla crudos; si lo haces, degusta un grano de café o mastica perejil crudo para contrarrestar el mal olor.

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