martes, 4 de marzo de 2014

Agrega diversión a tu entrenamiento de resistencia



Muchas veces, caminar o trotar suele convertirse en una actividad rutinaria y poco divertida, sobre todo, si la llevas a cabo sin la compañía de alguien. Por eso, cada tanto es bueno cambiar la actividad pero sin perder el nivel de resistencia que de ella se derivan. En este sentido, subirse a una bicicleta se presenta como una excelente opción. Por ejemplo, pedalear en la bicicleta estática (lo que se conoce como indoor-cycling o spinning) es una estupenda actividad deportiva para cualquier época del año, ya que mejora la resistencia y la forma física en general. Aparte de ser un ejercicio aeróbico muy completo, ir en bicicleta también mejora el funcionamiento del sistema cardiovascular.
En cuanto a la flexibilidad y la movilidad, la bicicleta resulta un ejercicio especialmente beneficioso para las personas mayores. Como pedalear se centra en la parte inferior del torso, el cuerpo no debe soportar ningún peso. Asimismo, es bueno incluirlo en un programa de deportes (ya sea como calentamiento o como complemento).
Con una bicicleta estática podrás practicar en tu casa, en e1 gimnasio o en la oficina. Si es regulable, podrás aumentar gradualmente la velocidad y la resistencia del aire. Inicia el programa con una marcha lenta para que dicha resistencia no resulte demasiado fuerte y puedas concentrarte más en la técnica de pedalear y en la velocidad. A medida que aumente tu resistencia, puedes empezar a introducir intervalos de 30 a 60 segundos de velocidad rápida a mitad o al final de la sesión. Cuanto más en forma estés, más podrás incrementar el tiempo de estos intervalos. 

Remo: El camino hacia la máxima resistencia

El remo es un deporte increíble, ya que se ejercitan los principales grupos musculares de todo el cuerpo. Si deseas mejorar tu capacidad aeróbica, el remo constituye una buena elección. Al mismo tiempo es un ejercicio anaeróbico, ya que los momentos cortos e intensos de actividad aumentan la tolerancia al ácido láctico que se forma en los músculos. En el remo se utilizan los principales grupos de músculos por lo que resulta una actividad ideal para incluirla en un programa integral de entrenamiento físico. Si empleas un aparato de remo, podrás practicar todo el año, ya sea en el gimnasio, en tu casa o incluso en tu lugar de trabajo.
Para evitar lesiones en la región lumbar, es muy importante adoptar una postura y una técnica correctas. Si eres un novato de la práctica, pide consejo a un profesional antes de empezar a entrenar. En principio, siéntate siempre con la espalda bien recta, con los abdominales contraídos y mantén un ritmo pausado pero constante. Luego empieza con diez remadas por minuto y a medida que mejore tu capacidad aeróbica, incrementa la resistencia de la máquina de remo.

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