lunes, 10 de marzo de 2014

Boldo: Un digestivo natural



Las denominadas hierbas o plantas medicinales cumplen varias funciones, entre las que se cuenta la colaboración en el proceso digestivo humano. A diferencia de los fármacos, las hierbas pueden administrarse de varias formas: infusiones, tinturas y comprimidos, entre otras. Así, una infusión luego de una comida suculenta y pesada puede colaborar notablemente con el trabajo del estómago, el hígado, los intestinos y el páncreas. Más aún, estas infusiones se incorporan como parte de la sobremesa cotidiana, contrarrestando los malestares digestivos más frecuentes. Entre las más populares se encuentra las infusión de boldo, una hierba estupenda para la digestión. 

El boldo recibe el nombre científico de Peumus Boldus Molina y para su consumo se emplean las hojas enteras o fragmentadas de la planta. Sus principios activos son alcaloides isoquinolínicos derivados de la aporfina y noraporfina (0,2-0,5%) de los cuales se han aislado más de una veintena, destacando en proporción la boldina y otros en menor cantidad como la isoboldina, reticulina, laurotetanina y laurolitsina.
Los extractos de boldo tienen acción digestiva (aperitiva, colerética, colagoga) así como hepatoprotectora. La boldina ha mostrado propiedades antioxidante, antiinflamatoria, antipirética, antihelmíntica y fungicida; mientras que el aceite esencial tiene actividad bactericida. Las hojas de boldo se emplean principalmente para tratar dispepsias, ligeras molestias gastrointestinales de carácter espasmódico, disfunciones hepatobiliares menores. Además su uso está indicado como coadyuvante en el tratamiento del estreñimiento. 

¿Cómo puede consumirse el boldo? 

Se pueden utilizar las hojas trituradas o enteras para infusión, además de otros preparados para administración por vía oral. El consumo de boldo esta contraindicado en caso de obstrucción de las vías biliares y enfermedades hepáticas graves. Por otro lado, aunque no se han descrito reacciones adversas en humanos, se recomienda supervisar médicamente su uso durante el embarazo y la lactancia. Estudios realizados con este extracto y la boldina administrados durante 90 días a ratas embarazadas no causaron modificaciones histológicas en sus órganos.
El boldo puede adquirirse en cualquier supermercado o tienda dietética (suelto o en saquitos) y preparar una infusión es muy sencillo, sólo debes tratar de que el agua no hierva. Recuerda siempre beber el preparado tibio y no muy concentrado después de las comidas. Sin embargo, no es aconsejable consumir boldo todos los días, sólo cuando deseas ayudar tu digestión luego de una comida copiosa.

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