lunes, 31 de marzo de 2014

Como prevenir los "dolores musculares"



Siguiendo algunas reglas básicas a la hora de hacer un trabajo físico o ejercicio, es posible proteger a los músculos y evitar el dolor. En principio, antes de comenzar con una actividad física es necesario llevar a cabo un calentamiento con algo de ejercicio ligero integral; así se consigue aumentar la irrigación muscular, ya que los dolores y la rigidez muscular se dan más si los músculos están fríos. Una vez que el cuerpo está caliente, deben estirarse todos los grupos musculares importantes. Al finalizar la sesión del entrenamiento físico, es preciso enfriar los músculos poco a poco disminuyendo la intensidad del ejercicio; luego deben estirarse nuevamente.
Por otro lado, el estilo de vida puede influir notablemente en la propensión a la rigidez muscular. A veces es necesario descansar para equilibrar el ejercicio que ayuda a evitar problemas musculares y sus causas, como dolor de hombros y espalda, fibromialgia, calambres, molestias en las piernas y cefaleas tensionales. Es importante mantener una buena postura para que ningún grupo muscular permanezca tenso mucho tiempo, y así evitar dolores y rigidez. Dos de las formas más importantes de hacerlo es mantener la cabeza alineada con la columna y no encorvar los hombros.
Asimismo, una dieta saludable proporciona los nutrientes que necesitan los músculos para funcionar bien y recuperarse rápidamente de la distensión. Nunca deben faltar los alimentos ricos en aminoácidos, calcio, magnesio, potasio, selenio, vitaminas B y C y flavonoides. También es importante controlar los estados de estrés, ya que se así se puede prevenir la tensión muscular y la fibromialgia causadas por éste. 

Descanso y ejercicio: Las primeras medidas

El aspecto más importante para tratar los dolores musculares es proteger a los músculos contra daños mayores mientras se cura el tejido afectado. Relajar los músculos favorece el alivio de los síntomas y permite que el tejido lesionado cicatrice más rápido. En este sentido, el descanso y el ejercicio juegan un papel muy importante en la recuperación del dolor y la lesión:
Descanso: Descansar los músculos tensos y doloridos por uso excesivo o distensión. Luego retomar la actividad normal después de 2 o 3 días (la inactividad prolongada no es aconsejable porque puede acortar las fibras musculares). Debe reanudarse gradualmente el ejercicio cotidiano..
Ejercicio: Después de unos días de descanso, estirar suavemente los músculos tensos. A1 principio hay que dedicar unos 5 minutos al ejercicio. Se repite varias veces, haciendo cada día un poco más de actividad, pero suspendiéndola si aparece el dolor. Después de varios días, semanas o meses, según el problema, se deberían poder estirar los músculos completamente. Las personas con tensión y dolor crónico en el hombro y la espalda pueden tardar meses en estirarse del todo.

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