martes, 18 de marzo de 2014

Lesiones cotidianas en labores domésticas



Las actividades domésticas pueden transformarse en verdaderas hazañas de riesgo si no se consideran algunos aspectos respecto a la postura del cuerpo y el movimiento de los miembros. No sólo levantar peso con una mala postura provoca dolores de cintura; determinados movimientos realizados durante la limpieza del hogar pueden ocasionar molestias en dicha zona del cuerpo. Debe prestarse especial atención a la limpieza del baño, del piso y de los objetos que se encuentran apoyados en el suelo. Por ejemplo, para lavar la bañera conviene hacerlo desde adentro de la misma, sentados con el cuerpo en una banqueta firme. También, hay que tener precaución al entrar o salir de la misma, ya que se puede producir un resbalón. Las alfombras de goma son ideales para evitar caídas en el baño, y deben ubicarse dentro y fuera de la bañera.
Por su parte, la limpieza de pisos y patios puede ocasionar una serie de dolores en músculos y articulaciones, sobre todo si no se consideran las medidas básicas para evitarlos. También una postura demasiado encorvada puede provocar dolor de cintura. El contacto con el agua fría en días de baja temperatura produce dolores en las articulaciones de las manos, por eso debe emplearse agua tibia. El secreto para conservar la salud física en este tipo de actividades consiste en realizar el trabajo de manera suave y controlada, cuidando cada movimiento del cuerpo. Cualquier postura que provoque una molestia, por pequeña que sea, debe abandonarse. 

Escaleras: Como usarlas sin lesionarse

El adecuado uso de las escaleras provoca beneficios al sistema cardiovascular. Además están indicadas para contrarrestar los nocivos efectos del sedentarismo que provocan los ascensores. Sin embargo, si no se emplean con criterio, pueden provocar molestos dolores de rodillas. Además un mal paso en una escalera puede desembocar en una fractura de tobillo, tibia, peroné, o incluso de caderas. Por ejemplo, la lesión en las rodillas surge por el desgaste que sufre el cartílago al rozar constantemente la rótula con el hueso que está detrás (fémur).
Para conservar en perfecto estado las rodillas, a pesar de subir escalones todos los días, conviene relajar las piernas y estirarlas luego de utilizar la escalera. No es bueno sentarse con las piernas flexionadas, ya que las rodillas no logran recuperarse de su actividad anterior. Por eso es bueno extenderlas por un rato mientras el cuerpo descansa en un asiento. Otras medidas preventivas que deben tomarse están relacionadas con la forma de las escaleras: los escalones deben tener un perfil inclinado para impedir tropiezos, mientras que el material de los mismos debe ser adherente y no deslizante (como en el caso de madera lustrada o cerámico encerado). Si tiene alfombras, debe estar bien sujeta para evitar resbalones.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario