sábado, 1 de febrero de 2014

4 ejercicios para prevenir la tensión en las cervicales



Conservar las cervicales en forma es una manera de prevenir molestias mayores. Las personas que trabajan sentadas muchas horas al día frente a una computadora o sobre un escritorio, quienes sufren tensiones y estrés o aquellos que realizan labores con sobrecarga en la espalda, necesitan entrenar regularmente los músculos del cuello y la nuca, y realizar movimientos para restaurar la posición natural de las vértebras cervicales. De lo contrario, las contracturas musculares y los dolores cervicales pueden ser el inicio de un trastorno más severo que involucre la inmovilidad de los miembros superiores o la deformación de la columna vertebral. Para evitar todo esto, nada mejor que realizar diariamente los siguientes ejercicios:

1. Movimientos de cuello: Sentados sobre una silla, con la espalda erguida y los brazos completamente descansados con las manos sobre los muslos, efectúa círculos suavemente con la cabeza de derecha a izquierda y viceversa. Realiza el movimiento circular por uno o dos minutos. Luego descansa y repite nuevamente la serie. Si te mareas, debes detener el ejercicio y consultar al médico.
2. Giros de brazos: Sentados sobre una silla, con la espalda erguida, mover suavemente durante un minuto el brazo derecho en forma circular de adelante hacia atrás. Repetir la serie pero con brazo izquierdo.
3. Balanceo de brazos: Sentados sobre una silla con la espalda erguida y los brazos extendidos a los costados del cuerpo, extender ambos brazos hacia delante hasta llegar a la altura de los hombros. Luego girar sincronizadamente ambos brazos hacia la izquierda acompañando el movimiento con la cabeza (que la debes girar en la misma dirección) y girando el tronco también hacia la izquierda. Vuelve inmediatamente a la posición inicial y repite hacia la derecha. Realiza este ejercicio durante uno o dos minutos.
4. Descanso dorsal: Sentados sobre una silla con la espalda erguida y los brazos colgando libremente a los costados del cuerpo, inclínate hacia delante de manera tal que la cabeza descanse sobre las rodillas. Conserva la posición durante un minuto y luego incorpórate nuevamente a la silla. Descansa unos segundos y repite por un minuto más. Recuerda relajar todo el cuerpo mientras permaneces con el tronco inclinado, principalmente los músculos del cuello y la espalda.

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