lunes, 10 de febrero de 2014

Las utilidades del Qi Gong


 
El Qi Gong se funda en movimientos sin esfuerzo muscular y sin aceleración cardiaca. Por el contrario, la respiración se vuelve más lenta enfrentándose a la concepción occidental donde la gimnasia y el deporte se fundan en el esfuerzo muscular y el consumo de oxígeno. La persona que practica regularmente Qi Gong se vuelve más longeva, su aspecto físico rejuvenece, conserva la flexibilidad con el paso del tiempo y disfruta de un perfecto estado de salud.
A los enfermos, el Qi Gong les ayuda a recuperar la energía vital desgastada, consumida en la lucha contra la enfermedad. Está demostrado científicamente que el Qi Gong estimula los mecanismos inmunitarios y favorece la reparación de los tejidos inflamados o que han iniciado el proceso degenerativo. Por eso está muy recomendado como terapia restauradora de la salud general. 

Un aliado para todo el mundo

El Qi Gong puede ser practicado por cualquier persona, sin límite de edad ni distinción de sexo. En la niñez sirve para desarrollar el cuerpo y el carácter. La práctica del Qi Gong en pequeñas dosis (en función de la paciencia y las posibilidades del niño) le ayudarán a fortalecer su capacidad de atención y le iniciarán en el conocimiento interior de su organismo.
En los deportistas y adolescentes, el Qi Gong mejora la resistencia, tonifica las estructuras de los huesos y las articulaciones y provee energía durante un esfuerzo muscular intenso y breve. Por su parte, en las personas de edad madura, el Qi Gong es todavía más favorable y puede ser la tabla de salvación y el único camino efectivo para su rehabilitación, en caso de una enfermedad. En personas sanas, permite mantener de manera óptima y eficiente las facultades y el equilibrio tanto físico como mental.
En el adulto sedentario, el Qi Gong está indicado para devolver la flexibilidad de las articulaciones, fomentando la circulación de la energía sin necesidad de transpirar ni fatigarse. En el adulto sano, el Qi Gong potencia la autorrealización y la revelación de las potencialidades individuales.
Su utilidad demuestra que cualquier persona puede acercarse al Qi Gong, aunque es preferible no esperar a estar enfermo, y disfrutar así de los beneficios que otorgan sus ejercicios. Y aunque algunos ejercicios puedan presentarse como auténticas torturas chinas, en considerar que cuanto más trabajo cueste efectuar un ejercicio más necesitado está nuestro cuerpo de él, sobre todo teniendo en cuenta que todo el mundo puede llevar a cabo los movimientos que propone el Qi Gong.

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