miércoles, 19 de febrero de 2014

Cuando dormir se transforma en un problema



La duración del sueño nocturno depende de un gran número de factores, en un adulto joven el promedio es de 7,5 horas entre semanas y 8, 5 horas en fines de semana. La edad avanzada, caracteriza al sueño por despertares nocturnos cada vez más frecuentes, largas siestas e interrupciones de los períodos de vigilia por cortos lapsos de sueño que duran entre 1 y 10 segundos. Cada persona debe encontrar su propio estándar de horas de sueño en el cual logre un perfecto descanso; la mejor evaluación, es la capacidad de respuesta a la actividad en las horas de vigilia. Sin embargo, cuando el sueño pierde calidad aparecen una serie de trastornos o alteraciones que inciden negativamente en el organismo. La medicina ha establecido la siguiente clasificación para las alteraciones del sueño:
• Disomnios: Insomnio, hipersomnia, narcolepsia, apnea nocturna, trastornos por alcohol, droga, inadecuada higiene del sueño.
• Parasomnias: Sonambulismo, terrores nocturnos, pesadillas, parálisis del sueño, enuresis nocturna, ronquido.
• Trastornos de ritmos circadianos: Síndrome por cambio de zona horaria, trastorno por turnos nocturnos de trabajo, síndromes de sueño retardado o tempranero.
• Trastornos médicos: Asma, úlcera péptica, isquemia cardiaca nocturna, enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
• Trastornos psiquiátricos: Psicosis, ansiedad, pánico.
• Trastornos neurológicos: Epilepsia, parkinsonismo, cefalea.
 

Dormir mejor para vivir mejor

Prepararte para gozar de un buen descanso es posible y sumamente necesario, a los fines de lograr un estado realmente saludable. El sueño reparador actuará sobre todo tu organismo restableciendo sus funciones y favoreciendo el necesario equilibrio que aleja la enfermedad, vigorizará tu mente y predispondrá tu ánimo para vivir cada día con plenitud. Un problema de mal sueño puede revertirse si llevas a cabo una serie de consejos que te ayudan a generar buenos hábitos a la hora de dormir:
• Establece horarios que puedas cumplir regularmente, tanto para acostarte como para levantarse.
• Trata de establecer la cantidad de horas que tu organismo necesita para descansar adecuadamente.
• Cuida el ambiente de tu dormitorio evitando factores de distracción, manteniéndolo confortable, silencioso y oscuro.
• Realiza ejercicios físicos regularmente.
• Toma un baño tibio antes de dormir, ya que éste favorece el sueño.
• Evita ingerir alimentos abundantes o mucho líquido antes de dormir.
• No tomes café, té, bebidas alcohólicas a partir del atardecer.
• Evita el trabajo físico o intelectual intenso inmediatamente antes de dormir.
• Si tu trastorno del sueño continua a pesar del cambio de hábitos, consulta al médico.

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